18.05.2024

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Las grasas saturadas aumentan el riesgo de padecer Alzheimer


Introducir en la dieta grasas insaturadas ricas en aceites vegetales, en forma de pescado, aceitunas y aguacates, reduce el riesgo de desarrollar demencia senil. A esta conclusión llegaron los científicos que dedicaron varios estudios importantes a la enfermedad de Alzheimer.

Un estudio realizado por la Universidad Rovira e Virgili (URV) encontró una relación entre una dieta rica en grasas saturadas y la enfermedad de Alzheimer. El trabajo de los científicos se centró en cómo este tipo de dieta afecta a determinadas moléculas que se encuentran en la sangre y el cerebro y que actúan como marcadores y reguladores de enfermedades.

El estudio ha sido liderado por Mónica Boullo, profesora del Departamento de Bioquímica y Biotecnología, miembro de la División de Salud Metabólica y Nutrición, y del Centro de Tecnologías Ambientales, Alimentarias y Toxicológicas (TecnATox) de la URV.

El estudio se realizó en ratones que desarrollaron la enfermedad de Alzheimer en la edad adulta. Estudios anteriores en estos animales ya habían demostrado que los ratones alimentados con una dieta rica en grasas saturadas desarrollaron la enfermedad de Alzheimer mucho antes que los ratones alimentados con una dieta normal.

avance

Los datos de investigaciones recientes indican un papel principal del colesterol en la aparición de la enfermedad de Alzheimer. Esto es lo que causa daño a las células nerviosas. Los hombres que preferían alimentos grasos y cárnicos tenían niveles elevados de colesterol en sangre (más de 6,5 mmol/l) y tenían tres veces más probabilidades de sufrir demencia. Los científicos reconocen esta enfermedad por cambios característicos en el tejido cerebral, como resultado de lo cual se altera la conducción de los impulsos nerviosos, el trabajo de las células nerviosas se vuelve difícil y gradualmente se vuelve imposible, lo que después de unos años conduce a su muerte gradual. El Centro Nacional de Investigación para una Nutrición Saludable ha recopilado los enfoques y recomendaciones básicas más modernos. Con su ayuda, fue posible identificar los patrones principales en el desarrollo de una enfermedad grave y desarrollar un enfoque sistemático para su prevención.

Los estudios han demostrado que aquellos cuya sangre contiene niveles más altos de Omega-3, ácidos grasos y vitaminas A, C, E, D tienen una memoria clara y una mente fuerte.

Esta espectáculos: La ingesta concomitante de grasas saturadas y grasas trans aumenta nueve veces el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. El alto consumo de grasas saturadas duplica el riesgo de demencia presenil, y el consumo de grasas trans, incluso en pequeñas dosis, lo triplica. Algunos estudios han demostrado que Para que aparezcan los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer, bastan entre dos y tres años para comer mal.

“Los resultados del estudio son un paso hacia la comprensión de esta enfermedad y pueden explicar el vínculo entre la obesidad, la diabetes tipo 2 y la enfermedad de Alzheimer. Los resultados también abren nuevos objetivos para la posible prevención y tratamiento de la enfermedad”, afirma Monica Boullo. El estudio proporciona nueva evidencia sobre cómo una dieta rica en grasas puede afectar la salud del cerebro y también abre la puerta a futuras investigaciones sobre estrategias nutricionales como tratamiento para la enfermedad de Alzheimer.



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