A primera vista, estos perros juguetones no son diferentes de los normales. Sin embargo, estas son sus copias exactas, clonadas en China. Solo cuatro empresas en el mundo se dedican a tales actividades, SinoGene es una de ellas.
El proceso comienza dentro de las paredes del laboratorio: en una placa de Petri, los científicos chinos cultivan primero células que son cien por ciento idénticas al prototipo. En un momento determinado, se plantan con una madre sustituta que lleva el embrión. Al mismo tiempo, no importa en absoluto quién dará a luz a quién, aunque la mayoría de las veces el perro se convierte en la «madre» de los cachorros y el gato en los gatitos.
A diferencia de Europa, en China, los experimentos con animales son tratados con lealtad, especialmente dada la creciente demanda de mascotas clonadas. Aunque el «placer» no es barato: SinoGene pide unos 35 mil euros por clonar un gato, y más de 50 mil por un perro. Mi Jidong, CEO de la empresa, dice:
«La diferencia con Europa, Estados Unidos y Japón sigue siendo enorme. China tiene más de mil millones de habitantes, pero solo 100 millones de mascotas. Veo una fuerte demanda de ellos, especialmente de gatos. Creo que esto se debe a la pandemia».
La compañía no se detiene en la clonación de mascotas. En septiembre pasado, los científicos chinos fueron los primeros en el mundo en clonar un lobo ártico en peligro de extinción. Las células se tomaron de la piel de un lobo maya que vive en el Parque Nacional de Harbin, y el embrión lo llevó a cabo un perro beagle. SinoGene planea clonar pandas y tigres.
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