La comisión cobrada por transacciones de “pequeño comercio minorista” a través de terminales POS debería reducirse a la mitad, de acuerdo con la modificación realizada al proyecto de ley por el Ministerio de Economía y Finanzas del país.
Según el proyecto de ley, que se debatirá en el Parlamento el martes, la comisión máxima por procesar transacciones de hasta 10 euros no superará el 0,5% del importe de la transacción. Otra enmienda aborda la cuestión de cómo las empresas con puntajes crediticios bajos pueden comprar POS. El ministro de Finanzas, Kostis Hatzidakis, dijo que la medida tiene como objetivo corregir las injusticias sufridas por los pequeños minoristas y los costos ocasionados por el uso obligatorio de máquinas POS y tarjetas de crédito, protegiéndolos de tarifas y cargos excesivamente altos.
El proyecto de ley también establece un límite del 0,1% a las comisiones bancarias sobre tarjetas de débito y prepago, un 0,15% a las tarjetas de crédito y un límite del 0,1% a las comisiones de los proveedores de servicios de pago por parte de las organizaciones internacionales de tarjetas.
Los tipos de negocios preferenciales incluyen tiendas de comestibles y minimercados, quioscos y vendedores de periódicos, libros y revistas, estancos, panaderías, taxis y otros tipos de pequeño comercio minorista. Esta regla no se aplica a empresas propiedad de sociedades de responsabilidad limitada, ni a empresas que tengan más de tres terminales POS de un mismo proveedor de servicios de pago.
Vale la pena señalar que, además de los costos operativos que cobran los bancos locales, existe una comisión de los emisores de tarjetas plásticas: Visa, Master Card, American Express, etc., que es notablemente mayor. Por ejemplo: el banco cobra una comisión por cada pago de aproximadamente el 0,5% y Visa otra comisión de aproximadamente el 2%. Como resultado, los bancos se quedan con aproximadamente el 2,5% del importe de cada transacción. No parece mucho, pero después de realizar una compra 40 veces, le das al banco el 100% del importe sólo por la comisión. Las autoridades, que insisten en la introducción generalizada de pagos no monetarios, no están preocupadas tanto por la recaudación de impuestos como por la satisfacción de los intereses de las estructuras bancarias.
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