¿Te despiertas cansado? 8 razones y qué hacer

¿Duermes de siete a ocho horas casi todas las noches, pero te levantas por la mañana sin sentirte renovado? Muchas personas siguen la «regla de oro» de dormir correctamente, pero aún experimentan una sensación de fatiga durante todo el día.

Como explicó a CNN el Dr. Raj Dasgupta, profesor asistente clínico de medicina en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, si duermes lo suficiente, la respuesta probablemente esté en la calidad del mismo.

Hay 8 posibles razones por las que una persona se despierta cansada incluso después de 8 horas de sueño:

1. Fatiga
«Hay muchos problemas de salud que causan fatiga, pero no necesariamente hacen que las personas se sientan listas para conciliar el sueño», dijo Jennifer Martin, profesora de medicina en la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California. Condiciones de dolor crónico, trastornos metabólicos o tiroideos, anemia y enfermedad pulmonar obstructiva crónica son algunas de las posibilidades.

Si siente un cansancio inexplicable, Martin dice que el primer paso debe ser un examen general y una conversación con su médico de cabecera. Además, la Fundación Nacional del Sueño ha declarado que los adultos sanos necesitan entre siete y nueve horas de sueño por noche, por lo que es posible que necesite más de ocho horas de sueño para sentirse con energía. Puedes intentar acostarte una hora antes o despertarte una hora más tarde de lo habitual y ver si hay alguna diferencia, dice Christopher Barnes, profesor de la Universidad de Washington que estudia la relación entre el sueño y el trabajo.

2. Estilo de vida sedentario

Si llevas un estilo de vida sedentario, el cuerpo puede acostumbrarse a que tiene que gastar poca energía. Por lo tanto, es posible que se sienta más cansado de lo que debería estar cuando intenta realizar actividades diarias básicas, dice Martin. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos (2 1/2 horas) de actividad física moderada o vigorosa a la semana.

3. Ansiedad o depresión
La ansiedad o la depresión pueden tener un efecto perjudicial en la energía de una persona. Estas condiciones también pueden afectar negativamente el tiempo que se tarda en dormir, así como si una persona se despierta o no (y cuántas veces) durante la noche. A veces, los medicamentos utilizados para tratar la depresión o la ansiedad pueden tener efectos secundarios, como insomnio o dificultad para alcanzar etapas más profundas del sueño.

4. Sueño inestable
A veces nuestros horarios difieren los días de semana de los fines de semana. Los horarios de trabajo también pueden ser inconsistentes para las personas que trabajan en varios turnos. Cuando te quedas despierto hasta tarde un sábado porque no tienes que trabajar el domingo y luego te acuestas más temprano el domingo antes del comienzo de la nueva semana laboral, estás cambiando drásticamente tu horario de sueño. «Es muy parecido al desfase horario”, dice Barnes. «Ese reinicio rápido no funciona muy bien».

5. Deshidratación
Más del 50% de nuestro cuerpo está compuesto de agua, que es esencial para muchas funciones, incluida la digestión de los alimentos, la producción de hormonas y el suministro de oxígeno a todo el cuerpo. La deshidratación se asocia con disminución del estado de alerta, aumento de la somnolencia y fatiga. El Instituto de Medicina recomienda que las mujeres consuman 2,7 litros de líquido al día y los hombres 3,7 litros. Esto incluye todos los líquidos y alimentos ricos en agua, como frutas, verduras y sopas.

6. Mal ambiente o patrones de sueño
Para dormir bien por la noche, asegúrese de que su habitación esté oscura, tranquila y fresca durante la noche. Los expertos dicen que la cama solo debe usarse para dormir y tener relaciones sexuales.

Evite las bebidas con cafeína al menos seis horas antes de acostarse y limite el alcohol y las comidas pesadas o picantes al menos dos horas antes de acostarse. El alcohol y los alimentos que pueden causar problemas digestivos interfieren con las etapas más profundas del sueño.

7. Problemas con la persona que duerme a tu lado
«La persona (o mascota) con la que compartes la cama tiene un gran impacto en tu sueño”, explica Martin. Tal vez la persona a tu lado está inquieta, ronca o da vueltas. Tiene un horario diferente, lo que interrumpe tu sueño. Mascotas también pueden interrumpir el horario porque no tienen los mismos patrones de sueño que los humanos.

8. Trastornos del sueño
Los trastornos del sueño son otro factor que puede reducir drásticamente la calidad del sueño, según Barnes. Una persona con apnea del sueño puede despertarse 50, 100 o más veces por noche. «Una vez que te despiertas, ya no estás en un sueño profundo y, por lo general, no puedes caer en él de inmediato», dice Barnes.

Otros trastornos del sueño que pueden afectar los niveles diarios de energía incluyen la narcolepsia y el síndrome de piernas inquietas.

La forma ideal de monitorear la calidad y la cantidad del sueño, especialmente si cree que tiene un trastorno del sueño, es visitar una clínica del sueño. Las aplicaciones y los dispositivos portátiles que miden el sueño no son tan precisos como las pruebas clínicas, pero aún brindan información adecuada para adultos sanos, dijo Barnes.

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