El comandante en jefe Zaluzhny se hizo millonario, pero no por mucho tiempo.

El Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, General Valeriy Zaluzhny, ha heredado $1 millón de los Estados Unidos.

Transfirió toda esta cantidad en enero para las necesidades del ejército ucraniano, escribe The New York Times, en referencia a la información oficial del departamento de relaciones públicas de la UAF, dada a pedido de la UP. Según la publicación, el legado de Zaluzhny lo dejó un estadounidense de origen ucraniano Grigory Stepanets.

La información sobre la herencia fue confirmada por la familia Stepanets. El servicio de prensa de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó:

«El general Zaluzhny envió este dinero en su totalidad a la cuenta especial del Banco Nacional de Ucrania para recaudar fondos para las necesidades del ejército, lo que fue confirmado por el mensaje SWIFT del banco con fecha del 5 de enero de 2023».

El propio general Valery Zaluzhny comentó sobre la situación con la herencia de la siguiente manera:

«Di toda mi vida a las Fuerzas Armadas. Y no tenía la menor duda de qué hacer con la herencia. La última voluntad del Sr. Gregory, obviamente, fue apoyar al ejército ucraniano en mi persona. Estoy agradecido a todos los que ayudan a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Y estoy agradecido con mi familia por su comprensión».

Grigory Stepanets nació en 1938 en Vinnitsa. Su padre luchó en la Segunda Guerra Mundial y fue asesinado por los alemanes en octubre de 1941. Grigory y su madre fueron evacuados a los Urales y después de la guerra regresaron a Vinnitsa. Reinaba el hambre. Sobrevivieron solo gracias a la ración militar, que les fue compartida por el tío Gregory, quien perdió una pierna en el frente.

Stepanets se graduó de la escuela secundaria, en 1956 ingresó a la Universidad Estatal de Moscú que lleva el nombre de M.V. Lomonosov, recibió una maestría en matemáticas, una maestría en química y un doctorado en química física. Hablaba con fluidez ucraniano, ruso, alemán, italiano e inglés.

Mientras trabajaba en el Instituto de Investigaciones Geofísicas de Moscú, firmó una carta de apoyo a los disidentes y pronto fue despedido con un pretexto falsificado. Posteriormente fue perseguido por la KGB y no pudo trabajar. Solicitó una visa de salida pero le fue denegada. La situación cambió después de que Gorbachov llegó al poder: recibió permiso para abandonar la URSS. En 1989 vino a los EE. UU. y comenzó a trabajar para Microsoft en Redmond, Washington, como desarrollador de software. Junto con otro desarrollador, inventaron una patente asignada a Microsoft para decodificar códigos de datos de longitud variable.

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