La policía liquidó la organización criminal. Con trucos tecnológicos y «su propia gente» en el ministerio, por una suma de 2.000 euros, hizo posible que los extranjeros obtuvieran licencias de conducir aunque los clientes no supieran conducir un automóvil.
El 24 de noviembre de 2022, 13 personas fueron arrestadas en Ática, incluidos 8 propietarios de autoescuelas y 4 empleados del departamento regional de la Autoridad de Transportes y Comunicaciones de Atenas. Se ha iniciado una causa penal en su contra, así como en contra de sus 58 clientes, por los cargos de organizar una comunidad criminal, liderar una comunidad criminal, apropiación indebida de una identificación falsa, cohecho y cohecho de un funcionario por inacción contraria a sus funciones, falsificación de documentos de identidad falsos, violación de deberes oficiales, lavado de dinero, posesión de documentos de viaje genuinos y falsificados de terceros, violación de las leyes de armas.
En total, según los investigadores, desde marzo de 2022, miembros de la organización han logrado expedir ilegalmente 340 permisos de conducir y certificados de idoneidad profesional, obteniendo un beneficio de 680.000 euros.
El grupo criminal, a cambio de una recompensa monetaria, preparó sujetos de prueba para aprobar los exámenes de licencia de conducir. Los artesanos se acercaron creativamente a la tarea. A veces les dieron a los sujetos de prueba ropa especial con una cámara incorporada. En otros casos, la transmisión de la imagen se realizaba mediante un «reloj inteligente» que tenía una cámara incorporada, y la cámara también podía colocarse dentro de una máscara protectora contra el coronavirus. Se insertó un discreto microauricular bluetooth en el oído de los sujetos, con la ayuda del cual el sujeto recibió instrucciones del «curador».
Durante el examen, los delincuentes utilizaron este equipo para guiar a los sujetos de prueba y señalarles las respuestas correctas. Uno de los rasgos característicos de su actuación era que si el examinado era extranjero y no conocía el idioma griego, utilizaban un intérprete, y cuando había más candidatos, el empleado de la organización, dictando las respuestas, encendía el “ función de llamada en espera” a su vez. Sin embargo, un papel importante en el éxito de todo el proceso lo jugó el personal del comité de examen, que actuó como controlador, que «hizo la vista gorda» ante los errores de los sujetos.
Resultó que antes del examen, cada candidato pagó una media de 2000 euros, sabiendo que parte de este importe, concretamente 500 euros, estaba destinado a un funcionario del Departamento de Transportes y Comunicaciones correspondiente. El resto se dividió según el rol de la persona en cuestión (propietario de la escuela, facilitador, intérprete).
Como resultado de allanamientos realizados en viviendas, vehículos, autoescuelas y oficinas de funcionarios, se encontró e incautó:
- 86 370 euros,
- 2 pistolas y un revólver
- 117 equipos audiovisuales (microcámaras, microauriculares, camisetas con equipo adherido, etc.)
- 50 teléfonos móviles,
- varias computadoras y tabletas.
Los arrestados han sido llevados ante el Fiscal del Tribunal Pleno de Atenas, mientras continúa una investigación para identificar a otros miembros de la organización y candidatos que obtuvieron ilegalmente una licencia de conducir o un certificado de competencia profesional.
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