El sabotaje asusta a Europa: la energía, internet, las comunicaciones son posibles objetivos

El sabotaje de los oleoductos Nord Stream puede convertirse en un guijarro que lance una avalancha que podría hundir la economía mundial en el caos, dejando a muchos países sin comunicaciones, electricidad e Internet.

Al igual que el mapa indicado en el título de la publicación, se indican cientos de líneas de comunicación submarinas y líneas de transmisión de energía que conectan países y continentes en una sola red. Ninguno de ellos tiene protección contra posibles saboteadores o drones submarinos, y en las condiciones actuales pueden convertirse en el objetivo de una de las partes en conflicto.

Ejemplo de Nord Stream
Europa ha estado experimentando un impacto similar en los últimos días, con el foco en el Mar Báltico, con nebulosas «zonas económicas exclusivas» frente a las costas de Dinamarca y Suecia.

Las explosiones en el gasoducto Nord Stream han provocado un cierre permanente del suministro de gas natural a Europa a través de él, mientras que se han intensificado los temores sobre los precios de la energía en relación con la llegada del invierno. Al mismo tiempo, existe una creciente preocupación por la capacidad de predecir y hacer frente a eventos similares en el futuro.

“Las responsabilidades confusas dificultan encontrar una respuesta concreta, a este u otros incidentes”, escribe Politico, y señala que los expertos militares sugieren una mayor vigilancia, patrullas más visibles, respaldo del sistema y una respuesta más coordinada. “Después de la invasión de Ucrania, toda la atención se centró en la reactivación de la guerra convencional en el siglo XXI, descuidando de alguna manera la importancia de la preparación en el campo de las tácticas híbridas”, dijo a Politico un diplomático de la OTAN.

Al mismo tiempo, los miembros de la OTAN en la región comenzaron a endurecer las medidas de seguridad en la infraestructura energética. En particular, Noruega está enviando a su ejército para proteger las instalaciones de petróleo y gas, y la guardia fronteriza finlandesa ha intensificado la vigilancia del tráfico y la infraestructura marítimos. Dinamarca también reforzará la seguridad en el sector energético.

“La OTAN tiene una política bastante complicada sobre amenazas híbridas e infraestructura crítica”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, y agregó: “Ahora debemos entender si es relevante”.

Amenaza en Internet

Inmediatamente después de los ataques a los gasoductos, surgieron interrogantes sobre el próximo posible objetivo de los saboteadores. Una enorme red de cables submarinos que alimentan Internet global podría ser la medida de represalia de Rusia, dicen funcionarios estadounidenses y europeos. Es una «vía digital» a través de la cual se transmite una gran cantidad de información, desde videos de YouTube, redes sociales hasta transacciones en los mercados financieros.

Según Politico, la amenaza a la seguridad de Internet es real y proviene de la inseguridad en torno a estos cables y la voluntad de Rusia de apuntar a objetivos civiles, utilizando las llamadas tácticas de guerra híbrida.

«Internet ha sido un objetivo durante más de veinte años», dijo a Politico el experto en guerra de información de Chatham House, Keir Giles. Al mismo tiempo, enfatiza que si Occidente no actúa, enfrentará sus propios problemas. “Si no se presta especial atención a garantizar la seguridad de estos activos vitales, los países occidentales solo se culparán a sí mismos”, agregó.

Enorme red de fibra óptica

Una red de cientos de enlaces de fibra óptica que abarca más de 1,3 millones de kilómetros alimenta casi todo el tráfico de Internet del mundo y es operada por empresas privadas como Google y Microsoft, así como por Alcatel Submarine Networks de Francia y Huawei Marine Networks de China.

Parte de la vulnerabilidad y la preocupación por su seguridad también se deriva de la ubicación de estos cables, dicen los expertos, ya que están dispersos por todo el mundo y, a menudo, se encuentran en áreas extremadamente remotas a las que se puede acceder fácilmente con submarinos o drones.

La falta de supervisión regulatoria de cómo operan estas redes también dificulta que las empresas y los gobiernos las protejan, informa Politico. La mayoría de estos cables se encuentran en aguas internacionales.

“El miedo se centra en el hecho de que gobiernos como Rusia, China o Corea del Norte puedan dañar estos cables submarinos, que en gran medida están desprotegidos y fuera del control de los gobiernos occidentales”, agregaron medios internacionales.

La escala del sabotaje señalará al perpetrador

Si bien nadie se atribuyó la responsabilidad de los ataques terroristas en los gasoductos, queda claro que esto es obra de las «manos» de uno de los estados interesados ​​en dañar a Rusia. Pero también debe comprender que después de esto, debe esperar una respuesta de Rusia.

Según los expertos, para crear un problema grave con la transmisión de datos de Internet, es necesario llevar a cabo un ataque a gran escala en las redes submarinas, afectando a decenas de cables. “Ya no estamos en la posición que una vez estuvimos donde cortas el cable y todo se derrumba”, comentó Keir Giles, y señaló que el Kremlin podría desactivar potencialmente parte de la red regional que une a los estados bálticos con el resto de Europa.

“Para tener un impacto a largo plazo en la red mundial de cables submarinos, Rusia o cualquier otro país tendrá que actuar en una escala que las agencias de seguridad nacional occidentales puedan detectar fácilmente”, agregó.

Vale la pena señalar que Rusia, al igual que Estados Unidos, depende mucho menos de tales cables, ya que la mayor parte de su infraestructura son líneas terrestres, sistemas repetidores o sistemas satelitales. Esto significa que, en caso de acciones de represalia de Rusia, en primer lugar, los países que tienen territorios en las islas que no tienen sus propios satélites de comunicación y, por supuesto, las comunicaciones entre Europa y los Estados Unidos se verán afectadas.

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