15 de agosto – "Pascua de verano" en Grecia, la Asunción de la Santísima Virgen María

La Virgen María después del final de la vida terrena de Jesucristo por algún tiempo estuvo en Jerusalén. Juan el teólogo la cuidó, ya que los opositores de la fe cristiana invadían constantemente la Santísima Theotokos. Una vez la Virgen María fue al Santo Sepulcro del Señor a rezar oraciones. Allí se le apareció el arcángel Gabriel y le comunicó la buena noticia del inminente reencuentro con su Hijo. En conmemoración de sus palabras, entregó a la Madre de Dios una rama de palma (según otra versión, un lirio blanco). De regreso a casa, María oró al Señor pidiéndole que reuniera a todos los apóstoles para despedirse de ellos. Ocurrió un milagro, y desde lejos los apóstoles llegaron al Santísimo Theotokos. Los discípulos de Cristo rodearon el lecho de la Madre de Dios. Justo cuando había llegado la hora de la Dormición, de repente una luz brillante iluminó la habitación. Jesucristo se apareció ante los Apóstoles, rodeado de ángeles y arcángeles. La Virgen María le pidió a su Hijo que recibiera Su espíritu, y en ese mismo momento partió a otro mundo, sin sufrir, como en un sueño. Por eso la palabra griega para festividad es koimesis.

El entierro de la Santísima Virgen tuvo lugar en Getsemaní, cerca de Jerusalén. Después de tres días, el apóstol Tomás, que había estado ausente antes, vino a visitar la tumba de la Virgen. Sin embargo, encontró el lugar del entierro vacío, solo rosas llenaban la cripta. Esto significaba una sola cosa: la Santísima Virgen ascendió al cielo en forma corporal, al igual que su Hijo Cristo. Desde entonces, los ortodoxos celebran dos eventos importantes el mismo día: la Dormición y la Ascensión de la Madre de Dios. La fecha exacta de la celebración se determinó en el año 595 d.C. y marcó la victoria del emperador bizantino Mauricio sobre los persas.

La celebración del día de la Asunción de la Virgen se desarrolla magníficamente, con todos los honores, representando eventos no solo de carácter religioso, sino también cultural, en los que participan miles de creyentes de diferentes partes de Grecia y del extranjero.

En la isla de Grecia, se realiza la peregrinación más grande al icono milagroso de la Santísima Virgen María la Anunciación o, como también se le llama, Megalokhari – Gran Alegría, ubicado en una de las islas Cícladas más famosas – en la isla de tinos, que en la mente y el corazón del pueblo griego se identifica completamente con la Santísima Virgen María y el día de Su Asunción. Cada año, el 15 de agosto, llegan aquí miles de peregrinos, muchos de los cuales suben de rodillas al templo para cumplir su voto a la imagen milagrosa de Panagia.

La procesión con el epitafio (el Sepulcro de la Santísima Madre de Dios) y la magnífica letanía, que se realiza paseando por las calles de la ciudad, crean un ambiente de piedad, lleno de asombro y reverencia religiosa. La víspera de la festividad, las mujeres de Kasos se reúnen en el patio de la iglesia para cocinar los famosos rollitos de col (casiotiques dolmades), que, combinados con carne, pilaf y papas fritas, constituyen los platos tradicionales de la festividad. Después de la comida comienza la diversión, donde el «protagonista» es la tradicional lira de Kasos.

El día de la fiesta se enciende la diversión al son de la lira y las mantinadas (improvisaciones poéticas rimadas a partir de 2 cuartetas), llenando todo el barrio con los sonidos de la música.

Sin embargo, la oración principal realizada en este día es «η Υπεραγία Θεοτόκε, σώσον ημάς».