Grecia corre peligro de ser «borrada de la faz de la tierra» debido al empeoramiento del problema demográfico, que está directamente relacionado con la deuda griega, que está literalmente… en un nivel «cósmico», dice Theophrastos Andreopoulos, editor- jefe de la popular publicación ProNews.
Deuda que debería ser cancelada
Ésta es predominantemente la solución óptima, y la siguiente es posponerla durante mucho tiempo, lo que no resuelve el problema, sino que simplemente lo pospone para más adelante. Porque con semejante deuda, Grecia nunca se recuperará y los griegos nunca querrán tener hijos.
Los griegos deberían tener incentivos para tener hijos similares a los ofrecidos por el primer ministro húngaro, Viktor Orban: por ejemplo, cualquier madre que dé a luz a un cuarto hijo no pagará impuestos. Pero esto no todo lo que hizo. Tomó otras medidas, que también sirven de guía para que Grecia aumente la tasa de natalidad.
Entre estas medidas se encuentra la ampliación de los plazos de amortización de los préstamos para familias con al menos dos hijos, y las mujeres menores de 40 años que se casen tendrán derecho a un préstamo sin intereses de 10 millones de florines (unos 31.000 euros). Un tercio de su deuda será cancelada tan pronto como nazca su segundo hijo, y tan pronto como nazca el tercero, ¡quedarán libres de toda deuda!
Alguien les dirá cómo hacer esto en Grecia, que está completamente endeudada y durará un siglo. La verdad es que sus deudas nunca serán saldadas y, mientras tanto, la nación griega estará “muerta” porque simplemente no habrá nadie que le dé a luz. La deuda griega es ahora un 35% más alta que cuando se firmó el memorando, lo que convierte a Grecia en un verdadero campeón de la deuda.
A 31 de marzo de 2010, la deuda ascendía a 310.384 millones de euros, momento en el que las reservas de efectivo del gobierno ascendían a 7.159 millones de euros y las garantías gubernamentales a 25.408 millones de euros.
A finales del tercer trimestre de 2023, la deuda pública de Grecia alcanzó los 360.170 millones de euros, ¡un aumento con respecto a los 358.046 millones de euros del trimestre anterior!
En otras palabras, dos meses antes de firmar el memorando, ¡debíamos mucho menos que ahora! Y todo ello después de tres memorandos y un recorte de bonos (PSI), que acabaron con la economía griega en 2012. La proporción de la deuda pública en el PIB aumentó al 168% en 2023, frente al 126% en 2010.
Cabe recordar que lo peor nos espera en un futuro próximo, concretamente a partir de 2032, cuando el país vuelva a pagar cotizaciones y tipos de interés. ¿Qué pasará entonces? Con una economía griega anémica que no produce nada y bajas tasas de crecimiento, ¿cómo seguirá Grecia pagando esta increíble deuda? Lo único que se puede hacer por Grecia es cancelar la deuda unilateralmente. ¿Qué gobierno decidiría hacer esto?
Por supuesto, será necesario un nuevo sistema político, diferente del existente. Formado por personas que piensan etnocéntricamente y tienen el coraje de promover las soluciones necesarias. Ahora es una cuestión de existencia. Si un país quiere seguir existiendo como nación, debe empezar a dar a luz. Para dar a luz, no debe endeudarse (y la educación que se ofrece a los jóvenes de hoy, que les enseña a pensar sólo en sí mismos y no en los demás ni en la sociedad en su conjunto, debe cambiar).
Necesitamos incentivos como los de Hungría. No pueden ser proporcionados por un país que no controla su economía y no puede distribuir sus recursos donde quiere y donde se necesita.
Basta mirar a los países que tenían grandes deudas. Por ejemplo, Rusia en la década de 1990, cuando nadie tenía hijos, cuando la economía rusa estaba hecha jirones, la pobreza estaba en su punto más alto y el Estado estaba bajo el control del FMI. En ese momento, la población del país estaba disminuyendo, y sólo en los últimos años, gracias al constante aumento del nivel de vida, las autoridades rusas lograron revertir la tendencia a la baja.
La deuda no sólo mata el nivel de vida y los sueños de los jóvenes, sino que mata el «núcleo» de una nación porque la priva de su capacidad de reproducirse y continuar su existencia en la historia.
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