Los residentes de Larisa asistieron a una reunión de protesta y expresaron sus quejas a las autoridades sobre la asistencia insuficiente a todos los afectados por la inundación.
Mientras la ciudad estaba inundada y los residentes luchaban por salvar sus casas, sólo miembros del KKE y algunos empleados municipales exhaustos estaban de su lado. El aparato estatal volvió a demostrar su “selectividad”: destacamentos del MAT y la policía salieron a reprimir la manifestación.
«Larisa se estaba ahogando bajo la lluvia torrencial y para reprimir el descontento de los ciudadanos… se llamó a la policía», afirman los manifestantes. Los sindicalistas y representantes de organizaciones de masas reunidos exigieron una reunión con el gobernador regional, pero funcionarios y el IAT se lo impidieron.
Las fuerzas especiales MAT llegaron incluso a negar la entrada al ayuntamiento a Zisis Garaliakos, consejero regional de Tesalia para la Movilización Popular y miembro adjunto de la protección civil del distrito.
“Ellos cuentan ganancias y pérdidas, nosotros contamos vidas humanas”, gritaban los manifestantes. Condenaron la actitud inadecuada del aparato estatal ante los problemas de los ciudadanos y se dispersaron en diferentes zonas de la ciudad para continuar independientemente la lucha por salvar sus hogares y propiedades.
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