Por razones de seguridad, el Parlamento australiano ha desarrollado y adoptado de forma acelerada un proyecto de ley que bloquea la construcción de la embajada de la Federación Rusa en Canberra.
El gobierno cita una amenaza para la seguridad nacional si la embajada rusa se encuentra junto al parlamento y lo considera inaceptable. Aunque Canberra reconoce que la Federación Rusa puede tener derecho a una compensación económica. Al mismo tiempo, Australia no prohíbe que Rusia tenga misiones diplomáticas en su territorio, pero quiere que el nuevo edificio no se ubique al lado del parlamento.
La embajada rusa en Australia señaló que este es «otro paso de Anthony Albanese (primer ministro australiano) en el camino de la destrucción deliberada y consistente de las relaciones con Moscú».
Recuerde que después de la invasión rusa de Ucrania, Canberra brindó asistencia militar a Kiev y también impuso sanciones contra cientos de personas físicas y jurídicas rusas.
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