Según ANT1, la decisión de cerrar el centro de refugiados de Lavrio se tomó y está relacionada con la política de acercamiento entre Atenas y Ankara, que continúa tras los terremotos en Turquía y la consiguiente ayuda a Grecia.
Tras cuatro décadas de funcionamiento, se espera que el centro «sea cosa del pasado». Se observa que de vez en cuando el gobierno turco atacaba el centro, acusando a Atenas de preparar en él a «terroristas kurdos».
Según ANT1, el centro apenas ha recibido nuevos refugiados desde 2017, pero unas 100 personas se han refugiado allí, en su mayoría refugiados políticos pertenecientes al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, así como familias. La mitad de ellos, según la ANT1, accedió a ser trasladado a otro lugar de residencia.
También se observa que el municipio de Lavrio planea utilizar el espacio desocupado para albergar sus servicios municipales. La decisión se tomó hace dos meses, justo después de los terremotos en Turquía. Los refugiados y sus familias serán trasladados a otros centros como Malakassa.
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