Más de 100 países discutieron la protección de los océanos en las Naciones Unidas y llegaron a un acuerdo histórico el sábado por la noche.
Un documento jurídicamente vinculante adoptado en Nueva York establece que para finales de la década, es decir, para 2030, el 30% de los océanos del mundo deberían convertirse en áreas protegidas.
Situada fuera de las zonas económicas exclusivas, la alta mar constituye 2/3 de los océanos del mundo y desempeña un papel vital en el apoyo a la pesca, la protección de los ecosistemas y la mitigación de los efectos de la crisis climática. Sin embargo, solo el 1% de este espacio está protegido.
La idea de un documento importante apareció en 2002, hace más de dos décadas. Las negociaciones fueron largas y muy difíciles. Las discusiones fueron sobre el derecho a pescar, la compensación para los países más pobres, el desarrollo de los recursos oceánicos.
Los ecologistas consideran que la implementación del tratado es uno de los factores más importantes para combatir el cambio climático y proteger la biodiversidad. Ahora el ansiado documento debe ser ratificado por cada uno de los estados miembros de la ONU.
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