El arresto en Tesalónica se convirtió en un verdadero espectáculo: mientras intentaba escapar de la policía, un detenido esposado saltó a las aguas de Thermaikos con una exclamación: «Déjame morir, no quiero salir».
El hecho ocurrió el domingo por la mañana. La gente del pueblo que salió a caminar y a correr deportes se encontró con el comportamiento inapropiado de cierto hombre: se comportó de manera desafiante, molestó a los demás y mostró militancia.
Los agentes de la ley que llegaron al lugar lo detuvieron y lo esposaron. Sin embargo, no tuvieron tiempo de ponerlos en una patrulla: el hombre emocionado escapó y corrió hacia la costa. Al acercarse la policía, saltó a las aguas de Thermaikos.
La policía tuvo que «refrescarse». Se sumergieron en el agua y con la ayuda de una cuerda sacaron la inadecuada. Al mismo tiempo, se resistió y gritó: «¡Déjenme morir, no quiero salir!».
Al lugar de los hechos llegaron 7 coches de policía, un cuerpo de bomberos, guardacostas y una ambulancia, y se llevaron al enfurecido hombre. Su salud tras un refrescante baño está fuera de peligro, escribe noticiasbeast.gr.
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