En las últimas horas ha aumentado la concentración de polvo africano en la atmósfera de nuestro país y la Sociedad Helénica de Respiración ha dirigido instrucciones a la población del país.
En particular, pide a los ciudadanos y, en particular, a las personas pertenecientes a grupos vulnerables y sensibles que tengan especial cuidado. Según la Sociedad Helénica de Respiración, el polvo africano contiene partículas que pueden combinarse con polen, bacterias y hongos, creando una mezcla altamente tóxica y peligrosa para el cuerpo humano y especialmente para el sistema respiratorio.
Según las mediciones realizadas en 2013 en Atenas y Calcídica, el polvo traído desde África trae a nuestro país sustancias tóxicas como plomo, zinc, cromo, vanadio, arsénico y níquel, cuyo contenido es inesperadamente elevado.
Esta cuestión suscita gran preocupación en la comunidad científica por las consecuencias que tendrá la transferencia de polvo africano «tóxico» para la salud humana y el medio ambiente, ya que el polvo africano está actualmente presente en toda Grecia y, además, se prevé un mayor aumento de su cantidad. esperado en el futuro.
El polvo africano ya se ha relacionado con problemas de salud entre la población griega, ya que se ha observado que en los días con altas concentraciones de polvo en el aire aumentan los ingresos hospitalarios de pacientes que padecen enfermedades respiratorias y cardíacas. Entre las recomendaciones de la Lung Association:
- Durante los periodos de mayor concentración de polvo se deben evitar tanto los viajes innecesarios como el ejercicio al aire libre, y se recomienda permanecer en zonas bien ventiladas.
- Si aparecen síntomas clínicos, como, por ejemplo, dificultad para respirar, tos fuerte e irritante con posible expectoración, dolor en el pecho, estornudos persistentes, ojos llorosos y náuseas, debe buscar ayuda y asesoramiento médico inmediatamente.
- Recomendamos encarecidamente que los pacientes que padecen enfermedades respiratorias crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma bronquial, si aparecen síntomas compatibles con una exacerbación o empeoramiento de un curso estable de la enfermedad, estén en contacto constante con su médico para posibles modificación de medicamentos y obtención de atención médica adicional.
Los expertos de los ministerios de Medio Ambiente y Sanidad aconsejan, entre otras cosas, evitar el contacto con el polvo. En los casos en que las concentraciones de polvo excedan los límites de seguridad, las personas con afecciones respiratorias, enfermedades cardíacas, niños y personas mayores de 65 años deben evitar toda actividad física al aire libre. Además, conviene evitar pasar tiempo al aire libre, especialmente en zonas con mucho tráfico. Las personas con asma pueden necesitar inhalaciones más frecuentes de un medicamento para reducir sus síntomas. Si los síntomas persisten, se recomienda consultar a su médico.
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