Unos trabajadores de la construcción estaban construyendo un aparcamiento en el Reino Unido cuando descubrieron accidentalmente una estatua romana que tenía casi 2.000 años.
Greg Crowley, operador de excavadora, estaba realizando trabajos de renovación en la finca rural Burghley House del siglo XVI en Peterborough, Inglaterra. En algún momento, descubrió accidentalmente la cabeza de mármol de una mujer romana. Tiempo después, se encontró otro busto en un lugar cercano.
Después de limpiarlos, estudiarlos y volver a ensamblarlos, los fragmentos se fecharon en el siglo I o II.
Según los expertos, a la estatua se le añadió un pasador de hierro con el que se podía fijar a un busto o pedestal. Este tipo de adaptación fue realizada históricamente por los anticuarios italianos a finales del siglo XVIII cuando vendían artículos a aristócratas que viajaban por Italia.
«Se cree que durante uno de los dos viajes del noveno conde a Italia en la década de 1760, cuando adquirió muchas antigüedades, trajo esta escultura a Burghley». dijo la finca en un comunicado.
Como se señaló, Brownlow Cecil, noveno conde de Exeter, heredó el título en 1754 y fue un ávido viajero y coleccionista de bellas artes. Pero, ¿cómo acabaron estas obras de arte en el aparcamiento? ¡Desconocido! Quizás hubo un robo o alguien simplemente tiró la estatua.
El conductor de la excavadora dijo que era «Es una sensación increíble encontrar algo tan antiguo y especial» nombrando la estatua «mi mejor hallazgo». «Me quedé estupefacto cuando el cubo de una excavadora volcó lo que pensé que era una gran roca y reveló una cara. No podía creerlo cuando me dijeron que era una estatua romana de mármol».– dijo Crowley.
La estatua se exhibirá junto con otras recolectadas por el noveno conde en Burghley House.
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