28.04.2024

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Hungría: inmigrantes "suplantado" Trabajadores locales en la planta de Continental (video)


Hay una crisis en la planta de Continental en Hungría: al menos 50 empleados fueron reemplazados por inmigrantes, firmando contratos temporales con ellos.

La sucursal húngara de una empresa alemana en la ciudad de Mako, en el sureste del país, decidió que era mucho más rentable retener a los trabajadores indonesios, porque les resultaría mucho más difícil defender sus propios intereses y derechos. Es digno de mención que los inmigrantes indonesios fueron capacitados por los mismos trabajadores que ahora están siendo reemplazados por una fuerza laboral más “dócil”. escribe Euronews, citando declaraciones de sindicatos.

La dirección de Continental, un fabricante alemán de neumáticos, electrónica para automóviles y otros componentes, ha sido acusada de intentar aumentar la proporción de extranjeros con contratos temporales. Algunos de los trabajadores húngaros despedidos habían trabajado en la planta durante décadas. El hecho de que la empresa contratara a 200 trabajadores temporales de Indonesia antes de despedirlos, seguido de una reducción de personal a expensas de los trabajadores locales, provocó una gran protesta. El director de planta, Levente Sursabo, afirmó que estas acciones eran necesarias:

«Tenemos la tasa de desempleo más baja de la región y no pudimos crecer, por lo que tuvimos que recurrir a mano de obra extranjera sólo para satisfacer la demanda creada por el auge de la industria automotriz. Subrayo que se trata de una solución temporal».

La planta atraviesa tiempos difíciles, ya que suministra principalmente piezas para automóviles diésel y gasolina y no tiene nuevas perspectivas. La dirección también culpa a uno de los sindicatos que organizaron la huelga hace dos años. Los representantes del equipo rechazan todas las afirmaciones. El presidente de la Unión del Caucho, Gabor Radics, dice:

«Ahora escuchamos que la empresa está en problemas, que su futuro está amenazado. Si es así, entonces, en nuestra opinión, la dirección no debería haber despedido a los empleados en represalia por la huelga, para que sus puestos de trabajo pasaran a manos de 200 indonesios. «Unos meses más tarde. La planta no debería haber firmado un contrato de dos años con ellos.»

El gobierno de Viktor Orban, conocido por su retórica antiinmigrante, ha relajado las condiciones para contratar extranjeros. Ahora Budapest promete realizar una investigación y, si es necesario, cambiar las leyes.



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