Un bioquímico que estudió la mortal e incurable enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, o “enfermedad de las vacas locas”, murió en España y pudo haberse infectado.
Según El País, en Barcelona se está investigando la misteriosa muerte de un científico que logró importantes resultados en su trabajo, pero de repente tomó una baja por enfermedad de la que nunca regresó. Los síntomas de su enfermedad eran similares a los de la “enfermedad de las vacas locas”, una enfermedad neurodegenerativa: pérdida de memoria y alteración de la coordinación muscular.
El bioquímico ocultó su diagnóstico y falleció a los 45 años. En el congelador del laboratorio se encontraron miles de muestras de biomateriales “no autorizadas” y “potencialmente peligrosas”. Durante la investigación se revela su origen.
Tras la muerte del científico, la universidad donde trabajaba emitió una orden de cierre inmediato y desinfección del laboratorio. Se enviaron muestras para su análisis. Sólo cuatro meses después quedó claro que eran potencialmente contagiosos.
Aún se desconoce cómo y dónde se infectó el científico, ya sea mientras trabajaba con muestras en la universidad o en otro lugar y de otra manera.
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