Mikheil Saakashvili, expresidente de Georgia, escribió en un artículo para Politico que su salud se había «deteriorado drásticamente» durante la detención y que ahora estaba «muriendo».
El expresidente también habló sobre la tortura y se autodenominó preso político:
“He sido sistemáticamente torturado, física y psicológicamente, y actualmente tengo signos de envenenamiento por metales pesados en mi cuerpo. Ahora sufro de una asombrosa variedad de más de 20 enfermedades graves, todas las cuales se desarrollaron durante la detención».
Saakashvili enfatizó en el artículo que era un “hombre saludable y enérgico de 54 años” cuando regresó a Georgia en octubre de 2021 y está pidiendo ayuda a gritos:
“Cada vez es más claro que moriré pronto si no recibo la atención médica adecuada fuera del país”.
Saakashvili pidió a Estados Unidos y a la comunidad internacional que «hagan todo lo posible para salvar su vida ejerciendo presión diplomática sobre el gobierno georgiano». A fines de marzo, Giuli Alasania, la madre de Mikheil Saakashvili, dijo que el peso del expresidente de Georgia había caído a un nivel críticamente bajo. Anteriormente, el expresidente georgiano Mikheil Saakashvili dijo en una entrevista con Politico que fue «envenenado por agentes rusos».
Irakli Garibashvili, primer ministro de Georgia, cree que las autoridades ucranianas enviaron a Saakashvili a Georgia para organizar un golpe de Estado en el país y arrastrarlo al conflicto. escribe BB.LV.
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