En medio de discusiones sobre la política migratoria de Gran Bretaña, un hombre atacó un centro de inmigrantes en Dover y luego se suicidó.
El domingo, arrojó bombas incendiarias con fuegos artificiales en un centro de procesamiento de inmigrantes en el puerto de Dover, en el sur de Inglaterra, antes de suicidarse, informa Reuters. Un hombre blanco con una camisa a cuadros, alrededor de las 11:20 GMT, se acercó al centro en un SEAT SUV blanco. Tras bajarse del coche, lanzó tres bombas incendiarias, una de las cuales no explotó. Luego de eso, el hombre fue a la gasolinera más cercana, amarró una cuerda con un lazo amarrado alrededor de su cuello a un poste de metal y presionó el acelerador del automóvil, suicidándose así. Un comunicado de la policía de Kent decía:
“Los oficiales determinaron que de dos a tres artefactos incendiarios fueron arrojados a las instalaciones de inmigración del Departamento del Interior”.
Los agentes del orden están investigando un ataque a un centro de inmigrantes en la ciudad de Dover. La policía del condado de Kent, donde se encuentra Dover, confirmó el incidente e informó de una herida leve en una persona: «El sospechoso ha sido identificado y localizado. La investigación del incidente continúa».
Es de destacar que el ataque al centro de inmigración se produjo en medio de una discusión sobre la política británica en esta área. En las últimas semanas se ha disparado el número de personas que intentan cruzar el Canal de la Mancha hacia territorio británico. Solo el sábado desde Francia a Gran Bretaña llegaron cerca de mil inmigrantes.
El gobierno británico ha sido criticado por ser demasiado laxo en sus controles fronterizos, mientras que al mismo tiempo ha sido acusado de trato inhumano a los inmigrantes.
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