27.04.2024

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Falso "milagros"?


El arzobispo Jerónimo de Atenas ha dado cinco días a un sacerdote acusado de fraude de la iglesia de Agios Isidoros y a una congregación de varias personas para que abandonen la capilla de la colina de Lycabettus en el centro de Atenas y se trasladen a un monasterio.

El jefe de la Iglesia griega está furioso con el sacerdote Dimitris Loupasakis, quien saltó a la fama entre los ortodoxos griegos tras afirmar poseer una «cruz» de madera hecha con una parte del árbol de la «Santa Cruz que realiza» milagros.

Según el propio relato del sacerdote, a los 14 años padecía leucemia. Luego, una mujer se le acercó e hizo la señal de la cruz en su cuerpo con una «cruz milagrosa», que supuestamente resultó en su curación, informó el sitio de noticias in.gr a ​​principios de septiembre. El sacerdote afirma que ahora usa la misma cruz para bendecir a los fieles, que hacen largas filas para curarse con la esperanza de un milagro.

El sacerdote, en particular, afirma que los ciegos volvieron a ver la luz y los paralíticos pudieron volver a caminar. Sus declaraciones atrajeron a la pequeña capilla a miles de personas, que pacientemente y, por supuesto, desesperadamente hicieron largas colas durante muchas horas para tocar el «maravilloso» trozo de madera y recibir la curación. Independientemente del «milagro», los creyentes también hacen donaciones, como es costumbre en las iglesias.

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No solo el arzobispo, sino también otros sacerdotes y obispos de alto rango acusaron a Lupasakis de «milagros ficticios». En un primer momento, el obispo de Argólida habló de «pseudomilagros» y «fraudes de primer orden». “Estoy limpio, no me he manchado la sotana”, dijo el polémico sacerdote en sus primeras declaraciones tras el oficio religioso de la mañana del lunes, cuando ya corría el reloj del ultimátum. «Estamos aquí y actuamos con sencillez, modestia y humildad», dijo el sacerdote, que ha servido aquí durante los últimos 22 años, y agradeció a sus seguidores por «los miles de mensajes de apoyo».

A principios de otoño, el arzobispo Jerome ordenó una investigación interna de la iglesia sobre los «milagros» en Agios Isidoros. La investigación estuvo a cargo del obispo de Larisa, y las conclusiones resultaron ser «catastróficas» para el sacerdote. La investigación cuestionó los «milagros» y concluyó que los eventos «milagrosos» en San Isidoro fueron una cuestión de «deshonestidad y fraude».

En una entrevista con la edición dominical del diario kathimerini, Hieronimos por primera vez habló públicamente sobre el tema.. Al señalar que también hay una comunidad de «16 niños entre 25 y 30 años» cerca del sacerdote, dijo que «esta es una comunidad sin registro legal. Los llamé, hablé con los niños y les dije: ‘¿Quieren hacerse monjes? Este no es el caso, no hay ningún monasterio aquí».

«¿No debería ayudarlos?» – dijo el arzobispo, quien, sin embargo, admitió que el texto del actual metropolitano de Larissa, que realizó el estudio pertinente, es muy duro, aunque tampoco se aleja de la realidad.

El arzobispo enfatizó que le dio a Loupasakis y (cualquiera) monjes/seguidores un período de cinco días para instalarse en una institución que es una entidad eclesiástica legítima, concretamente en la región de Vari en el sureste de Atenas. «Si dicen que están de acuerdo, vamos a seguir esto. Si dicen ‘nosotros nos quedamos aquí’, entonces se hará lo que digan las reglas de la Iglesia y las leyes del Estado», subrayó. El arzobispo Jerome advirtió que a Lupasakis no se le permitiría usar la cruz, que dice que está hecha de madera noble y hace «milagros». En cambio, el símbolo se colocará en una vitrina para «evitar que sea instrumentalizado» y cualquiera que quiera puede inclinarse ante él, agregó el arzobispo.

En los últimos meses, casi todos los servicios de esta iglesia han sido transmitidos por el canal de YouTube. El canal tiene 102 mil suscriptores.


Los ingresos de la capilla de San Isidoro no están sujetos a control por parte de los servicios públicos, debido al estatus especial de las iglesias en Grecia. Sin embargo, están sujetos al control de la Iglesia ortodoxa griega.



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