El Consejo Arqueológico Central de Grecia ha dado una opinión positiva al estudio geotécnico, y el proyecto será financiado por el Fondo de Recuperación.
El Ministerio de Cultura y Deportes fomenta la protección y el mantenimiento de los muros de la Acrópolis, basados en principios integrales que incluyen toda interferencia permisible con el monumento. Dado que el Consejo Arqueológico Central dio como conclusión positiva la realización de un estudio geotécnico y estadístico del perímetro de las murallas y su base rocosa en determinados lugares de primera importancia.
El estudio examinó la estabilidad en siete áreas seleccionadas, evaluó el grado de riesgo. Los trabajos en los muros están previstos en conjunto con el reforzamiento de los taludes rocosos y otras actuaciones para mejorar y dar forma al sitio arqueológico.
Todos los fondos para la obra están asegurados ya que el proyecto se incluye en un programa más amplio de restauración y renovación de los monumentos de la Acrópolis, que está financiado por el Fondo de Restauración con un presupuesto total de 10.000.000 de euros. Un plan de acción estratégico para la gestión general de los muros es un requisito de larga data para la protección de monumentos y un requisito previo para las actividades dentro del perímetro de los muros.
Especifica las medidas teniendo en cuenta y valorando conjuntamente las fases históricas conservadas, el riesgo en cuanto a la estabilidad estructural de cada tramo de los muros y el estado de conservación de las piedras. Cada intervención tiene en cuenta la presencia de esculturas antiguas y elementos estructurales significativos después de un examen por métodos apropiados.
El plan estratégico debe incluir una descripción general de las fases históricas de la muralla y las intervenciones posteriores. Presenta el contexto histórico y la historia de la construcción del monumento, por lados y períodos históricos, y valora las etapas desde el punto de vista histórico, arqueológico, artístico, estético y simbólico. En cuanto a los problemas estructurales, se mencionan los problemas inherentes a la construcción, se analiza la patología de la estructura y se hace una valoración general de los problemas del progreso arqueológico, incluyendo la creación de rutas arqueológicas utilizando los muros como guía. En el área de las rocas, se planea una reconstrucción completa por etapas a lo largo del perímetro de la Acrópolis.
La forma actual de sus muros es el resultado de sucesivas intervenciones en época clásica, desde época tardorromana hasta nuestros días, que, en la mayoría de los casos, no presentan rasgos distintivos, por lo que su datación en base a características morfológicas suele ser incierto.
En 1834 se decidió derribar las murallas, «que no tienen ningún valor arqueológico ni histórico», y se inició un trabajo sistemático para eliminar las fases medieval y otomana. Los trabajos de refuerzo se realizaron en la primera mitad del siglo XX bajo la dirección de los arqueólogos Balano (1899-1938) y Orlando (1947-1949), principalmente para resolver problemas estructurales y estáticos.
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