Con sólo pulsar un botón, Eurostat aumentó la deuda del país en doce mil quinientos millones de euros. Y surge la seria pregunta sobre ¿qué pasará con Grecia a partir de 2032, cuando comiencen de nuevo los pagos de intereses sobre los préstamos del FEEF?
Estamos hablando de un préstamo de 96 mil millones de euros que Grecia recibió del FEEF tras la firma del segundo memorando. Los intereses, que se irán acumulando desde 2013 hasta ahora, ascenderán, según la Comisión Europea, a 22 mil millones de euros. Según otras estimaciones, ¡la cantidad podría ascender a 25 mil millones de euros! Y como, como se ha demostrado en el pasado, las mediciones de la deuda siempre empeoran para el país, quién sabe cuánto dinero habrá que devolver.
En 2015, antes de que Syriza firmara el tercer memorando, se planteó la cuestión de la salida del país del euro. Es probable que esta cuestión vuelva a plantearse en 2032, por dos razones muy importantes.
Un país que no produce prácticamente nada y espera cada verano a los turistas para sustentar su existencia no podrá pagar su deuda, que ahora se encuentra en un nivel “cósmico”. En efecto, no tendrá más remedio que incumplir el pago de su deuda. Esto, por supuesto, significa abandonar el euro.
La segunda razón es el coste de vida prohibitivo creado por el euro. El euro en sí resultó ser un desastre para la economía griega, ya que Grecia no produjo productos de alta tecnología para poder sustentar su producción. Cuando se unió al euro, sus productos agrícolas de repente se volvieron mucho más caros que los de los países no pertenecientes a la eurozona y los de otros continentes.
Así llegamos al punto en que empezamos a consumir limones de Argentina y patatas de Egipto… El coste de la vida ha aumentado a niveles inimaginables para un ciudadano griego. No importa cuáles sean los ingresos de una persona, lo que importa es cuánto tiene que pagar para tener un nivel de vida digno.
¿Cuánto ganaba un griego como salario básico en 1999 y cuánto gastaba? Esta es una pregunta sencilla que se puede responder con los siguientes números.
En 1999 el salario base era de 170.000 dracmas y en 2021 será de 700 euros, es decir 238.000 dracmas. Por supuesto, en los últimos dos años el gobierno de Mitsotakis aumentó el salario base, pero este aumento “desapareció” debido a la inflación.
La tiropita costaba entonces 110 dracmas, hoy 2 euros o 800 dracmas. ¡Crecimiento más de 7 veces!
El café entonces costaba 300 dracmas, y hoy 4 euros, es decir, 1360 dracmas. ¡Crecimiento casi 5 veces!
Los cigarrillos costaban entonces 400 dracmas y hoy cuestan 4,5 euros, es decir. 1400 dracmas, crecimiento en 5,5 veces, etc.
En resumen, el salario base, que también ha aumentado en los últimos dos años, ha aumentado un 30%, mientras que el coste de vida ha aumentado un 400-500%.
En resumen, el 90% de los griegos no viven, sino que sobreviven. ¿Cuántos años más crees que esto puede continuar? Y no hay ninguna perspectiva que demuestre que los precios y el costo de la vida no seguirán aumentando de manera constante. Un costo de vida terrible combinado con una deuda igualmente terrible.
Eurostat, al aplicar las nuevas normas, exige que se tengan en cuenta los intereses diferidos, que a finales del año pasado se estimaban entre 12 y 12,5 mil millones de euros, lo que significa que la deuda pública de Grecia superará los 369 mil millones de euros.
Se espera que el cambio agregue otros 5 a 6 puntos a la relación deuda/PIB, llevándola al 167,5% (desde el 161,9% actual) en el año fiscal 2023, y tenga un impacto similar en los años siguientes.
Esto significa que en los próximos años nos enfrentaremos a impuestos más altos y a un retroceso de los programas sociales…
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