19.09.2024

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Comediante griego "caminó" sobre el problema de las playas y los precios de las tumbonas


En sólo 1 minuto y 15 segundos, el comediante Dionysus Azarakis, con su humor característico, se burla de la situación inimaginable que prevalece en las playas organizadas griegas.

Su compañero en el sketch, el papel de la víctima, es el actor Yiannis Katinakis.

El vídeo comienza con un hombre llegando a la playa y el gerente le pregunta si tiene reserva de plaza y tumbona. Al ver la indignación del chico, el gerente se emociona: “¿Quién eres tú para que te den una tumbona sin reserva? ¿Poseidón? ¿Aquaman? ¡¿Gaviota Sevach, Pantelis Thalassinos?!”, grita Dionysus Azarakis, y Yiannis Katinakis le pregunta dónde debería quedarse entonces. El humorista responde: “Tenemos tumbonas aquí, al lado del aparcamiento, que son incluso más baratas, 60 euros”.

El precio escandaloso provoca la reacción de Yiannis Katinakis, que pregunta al gerente por qué es tan caro, y Azarakis explica: “Cerca del aparcamiento: “una vista de Ibiza (es decir, un Seat Ibiza) y el viento que sopla desde Ibiza”. , porque a alguien se le olvidó apagar el motor y el auto sigue acelerando”.

Después de “tragarse” un chiste muy duro y contundente, Yiannis Katinakis dice que luego extenderá su toalla en la arena, y Dionysus Azarakis le dice que el precio por un consumo mínimo (comida y bebida) en la playa alcanza los 50 euros y más.

Cuatro horas después de que el “turista” le pidiera a Fredo un capuchino y un sándwich, llega el garçon. Y cuando Yannis Katinakis ve el billete, grita: “Por este dinero puedes comprar no sólo un sándwich club, sino también el club mismo (juego de palabras). Después de que el «turista» informa que no tiene nada que pagar, es decir no hay suficiente dinero para pagar la comida y el café, aparece un “notario”, quien con una sonrisa aceptará y brindará el servicio de transferir el inmueble del vacacionista a crédito de la factura que se le emita.

Y cuando resulta que el desafortunado veraneante no tiene propiedades y vive en un apartamento alquilado, aparece en escena un cirujano y dice que el deudor siempre puede vender su riñón para conseguir un buen precio en el mercado negro, y así saldar la deuda. deuda .





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