Como represalia de la Federación Rusa por el puente inhabilitado hacia Crimea, los puertos de Nikolaev y Odessa, las ciudades desde donde salen los barcos con grano ucraniano, fueron atacados.
Se utilizaron cohetes y drones para el bombardeo, Rusia lo llamó un «masivo ataque de represalia«. Kiev afirma que 21 drones y 6 misiles fueron derribados en la región de Odessa. Como resultado de la caída de escombros, una persona resultó herida, parte del puerto y varios edificios residenciales resultaron dañados.
Por parte rusa, se hicieron declaraciones sobre la derrota de todos los objetivos, los militares supuestamente lograron «destruir instalaciones donde se estaban preparando ataques de barcos no tripulados» y varios depósitos de combustible en Nikolaev, que son utilizados por las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Y colas de turistas rusos deseosos de entrar en la península o salir de ella se paran en el puente de Kerch en una larga espera. Uno de los vanos está completamente fuera de servicio.
Rusia, por su parte, anunció la suspensión del acuerdo sobre la exportación de cereales ucranianos e indirectamente advirtió a Kiev que sería extremadamente arriesgado seguir enviando cereales sin garantías de seguridad desde Moscú.
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