Durante las excavaciones de una antigua alcantarilla en Bulgaria, los arqueólogos encontraron una estatua de un dios griego.
Según el New York Post, la estatua de dos metros está bien conservada, habiendo sobrevivido a siglos bajo tierra: Hermes tiene cabeza, pero le falta un brazo.
Los arqueólogos hicieron el descubrimiento en el sur del país, durante sus trabajos en la ciudad abandonada de Heraclea Sintica, destruida por un terremoto en el año 388 d.C. Los expertos estaban estudiando una antigua alcantarilla romana cuando descubrieron que allí se escondía una gran estatua de mármol de Hermes.
El destacado arqueólogo Lyudmil Vagalinsky señaló que la estatua probablemente fue colocada en una alcantarilla y cubierta con tierra en medio de la prohibición de los símbolos paganos en la ciudad donde se estaba difundiendo el cristianismo. Según datos preliminares, el Hermes descubierto era una copia romana hecha a partir de una antigua estatua griega.
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