Cifras deprimentes: en los países altamente desarrollados, la tasa de natalidad se ha reducido a la mitad

En comparación con 1960, la tasa de natalidad en los 38 países industrializados más grandes se ha reducido a la mitad, alcanzando un mínimo histórico.

El Financial Times informó esto el 20 de junio, citando un estudio publicado el jueves. El número promedio de hijos por mujer en los países desarrollados más grandes del mundo ha caído de 3,3 en 1960 a 1,5 en 2022. Las tasas de fertilidad están ahora muy por debajo del nivel de reemplazo (2,1 hijos por mujer, nivel en el que la población de un país se considera estable sin inmigración) en todos los países altamente desarrollados excepto Israel.

En 2020, las madres de los países estudiados dieron a luz a su primer hijo en promedio cuando tenían casi 30 años o más, frente a los 26,5 años en 2000. El estudio destaca:

«Esta disminución cambiará la cara de las sociedades, comunidades y familias, y tendrá potencialmente un impacto significativo en el crecimiento económico y la prosperidad».

La publicación señala que La desaceleración del crecimiento demográfico está frenando el crecimiento económico. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU., las personas entre 65 y 74 años gastan un 22% menos de dinero que las personas entre 45 y 54 años. Los consumidores de mayor edad son menos activos en la compra de bienes y ya no hay consumidores jóvenes. En países con demografía problemática, los mercados ya no crecerán tan rápidamente como antes. Además:

1. Según el informe del FMI y la Comisión Europea sobre el envejecimiento de la población hasta 2024, el crecimiento de la fuerza laboral total en UE pronto será pequeña para compensar la disminución de la población en edad de trabajar, lo que exacerbará escasez de mano de obra.
2. Combinada con el aumento de la esperanza de vida, la baja fertilidad ejerce presión sobre las finanzas públicas a medida que menos personas pagan impuestos necesarios para cubrir el gasto social.
3. La falta de estudiantes conduce a aumento del número de escuelas cerradas en Europa, Japón y Corea del Sur. En un futuro con baja fertilidad, será necesario prestar más atención a la política de inmigración, así como a políticas que puedan ayudar a las personas a mantenerse saludables y ser más productivas.

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