Un estudiante de primaria de nueve años permanece hospitalizado con un hematoma en la cabeza y una lesión en la columna después de que una puerta de acero de 100 kg le cayera encima el martes al mediodía. Tres personas han sido detenidas.
El incidente ocurrió alrededor de las 13:30 horas cuando el niño y otros dos niños salían de la escuela de tercer grado de Kifissia, un suburbio al norte de Atenas. El niño perdió el conocimiento y fue trasladado en ambulancia al hospital, mientras que otros dos niños sufrieron heridas leves.
Los trabajadores estaban instalando nuevas puertas de acero mientras los escolares se marchaban durante la hora del almuerzo. La policía arrestó a dos trabajadores y a un contratista y registró un caso. Hoy deberán comparecer ante el fiscal.
El municipio de Kifissia, responsable de los edificios escolares, anunció el miércoles por la tarde que había rescindido el contrato con un contratista concreto, pero esto no convenció a los padres enfadados y muy preocupados por la seguridad de sus hijos.
Padres, profesores y estudiantes se reunieron frente al edificio del consejo el miércoles por la mañana para protestar por el incidente. Le dijeron a ANT1 que lo peor se evitó porque el niño herido estaba «protegido» por su mochila. Culparon a la escuela, al contratista, a los trabajadores y al municipio.
Aquellos involucrados directa o indirectamente en el incidente niegan su responsabilidad, el contratista afirmó que el trabajo no se completó y los funcionarios de la escuela dijeron que entregaron las llaves de la nueva puerta y se marcharon.
Los padres afirman que el contratista se fue sin colocar señales de advertencia de seguridad.
El Hospital Infantil Penteli dijo en un comunicado que el niño estaba fuera de peligro y permanecería en el hospital para más observación y pruebas de seguimiento. Según la emisora estatal ERT, además del niño de 9 años, también sufrió heridas leves la madre, que acudió en su ayuda. Esta no es la primera vez, y probablemente no será la última, que escolares resultan heridos debido a negligencia y falta de mantenimiento.
Los techos de las aulas se están derrumbando, las barandillas están cayendo, los cables eléctricos expuestos están electrocutando a los estudiantes y los almuerzos escolares mezclados con estafilococos están enviando a decenas de personas al hospital. A principios de mayo, un niño de seis años de Phthiotida, en el centro de Grecia, resultó herido cuando una puerta de acero cayó sobre él en su escuela.
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