Irritabilidad, incertidumbre, recuerdos del pasado y pensamientos obsesivos sobre el futuro, decisiones radicales y un cambio total de imagen: todos estos son signos de un período especial a cierta edad, llamado «crisis de la mediana edad». ¿Existe realmente y, de ser así, cómo abordarlo?
Crisis de la mediana edad: ¿qué es?
Intentemos resolverlo con la ayuda de expertos y publicaciones científicas. Psicología Hoy Y línea de salud. En primer lugar, cabe señalar que una crisis de la mediana edad no es un trastorno y no presenta síntomas clínicos. Los psicólogos dicen que es más bien un período determinado de la vida, acompañado de reflexión, cambio y reflexión*.
Durante este período, las personas comienzan a analizar sus vidas: lo que han podido lograr, lo que ya tienen. Se hace una comparación de la vida actual con lo que pasó antes y una valoración de lo que puede pasar.
Además, en la mediana edad comienzan los cambios en el cuerpo: el proceso de envejecimiento hace que el cuerpo sea menos resistente y elástico, y puede que no esté a la altura de ninguna de nuestras expectativas. Y esto agrava la crisis, dicen los psicólogos:
«Cualquier cambio va acompañado de ciertas sensaciones. Si ocurren en nuestro cuerpo, en la sociedad, esto puede afectar cómo nos sentimos».
Los expertos dicen que una crisis de la mediana edad no es un diagnóstico, sino un período difícil en la vida de una persona de mediana edad. A partir de los 40 años, tanto hombres como mujeres descubren que sus roles principales en las relaciones cambian: los padres envejecen y necesitan cuidados, y los niños ya no necesitan esa ayuda a medida que crecen. El psicólogo clínico Michael G. Vetter dice:
«Una crisis de la mediana edad se define como un período o fase de transición de la vida en el que una persona comienza a cuestionar lo que ha logrado, o viceversa, y si estas cosas le proporcionan una sensación de placer y significado».
Signos y manifestaciones
Cada persona vive una crisis de la mediana edad de manera diferente. Algunos pueden sentirse confundidos e inseguros, pero para otros este período puede parecer una oportunidad para analizar su vida y cambiar para mejor. La psicóloga Sofia Vloch explica:
«En general, una crisis puede tener un cierto número de síntomas, que pueden variar según la persona, pero esto no es un criterio de diagnóstico para un trastorno mental específico, por lo que los síntomas específicos no están definidos. Diferentes literaturas dan diferentes sintomatologías».
Entre las manifestaciones de este difícil período, menciona:
mayor ansiedad;
“oscilación” emocional;
disminución del estado de ánimo;
irritabilidad y fatiga;
alteraciones del sueño y/o del apetito.
Observa tus sentimientos. Si ha estado experimentando emociones negativas, irritabilidad o estado de ánimo deprimido durante un período determinado debido a reflexiones o ciertos cambios, esto es bastante similar a una crisis de mediana edad, y es mejor buscar ayuda de un psicólogo.
*En la vida cotidiana, así como en algunos contextos psicológicos, la reflexión se refiere a cualquier reflexión de una persona encaminada a considerarse y analizarse a sí misma y a su propia actividad (una especie de introspección), por ejemplo, sus propios estados, acciones y eventos pasados.
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