02.05.2024

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Una tía de 87 años confió 250.000 euros a su sobrino de 65: ¿qué ha resultado?


Un residente de Larisa, de 65 años, fue condenado a tres años de prisión con un aplazamiento de tres años. El ciudadano fue declarado culpable de apropiarse deliberadamente de una gran suma de dinero que le había sido entregada para su custodia por un familiar de 87 años.

Según el diario Eleftheria, el hombre está acusado de robar 220.000 euros a su tía, quien le dio un total de 250.000 euros para conservar porque no confiaba en los bancos.

Se informa que el acusado escondió dinero por valor de aproximadamente 250 mil euros en el fondo del barril, colocando los billetes en dos cajas metálicas. Sin embargo, cuando la anciana pidió una reunión y la devolución de su dinero, el hombre sólo le dio 30 mil euros. Como resultado, la tía presentó una denuncia en la comisaría de Farsal contra su sobrino.

El caso se conoció ayer, 21 de septiembre de este año, en el juzgado penal de Larisa. Al mismo tiempo, el acusado niega su culpabilidad. El fiscal, por su parte, destacó que «El testimonio de la anciana es verdadero y plenamente probado». Así, se confirmó la culpabilidad del sobrino.

En 2019, cuando murió su medio hermano, la pensionista se confió a su sobrino y colocó 250.000 euros en dos cajas metálicas, que juntos decidieron esconder en un barril en un almacén situado junto a su casa.

Según el abogado del acusado, se decidió esconder el dinero en un almacén porque se descubrió un movimiento de fondos «inexplicable» en la cuenta de una anciana que no confiaba en los bancos. Luego retiró todo el dinero y decidió esconderlo en casa.

En febrero de 2021, cuando una mujer pidió ver a su sobrino para “marcar dos cajas de dinero”, descubrió que solo contenían 30.000 euros y que el resto del dinero se había “evaporado”. La pensionista se apresuró a acudir a la comisaría de Farsala, acusando a su sobrino de robar 220.000 euros de cajas metálicas entre octubre de 2019 y febrero de 2021.

El fiscal en su discurso señaló, entre otras cosas, que durante la audiencia “se estableció que el único que sabía del dinero escondido era el imputado”. Al mismo tiempo, agregó que “no está acreditada la apertura forzada de la puerta del almacén (robo)” para hablar de robo de dinero “por parte de otra persona”.

Cabe señalar que la policía que investigó el caso constató que no se encontraron signos de entrada forzada ni en la casa de la anciana ni en el almacén donde se encontraba el barril. “Las palabras de la víctima han quedado plenamente probadas”, concluyó el fiscal, sugiriendo que el acusado era el culpable de todo. Su abogado señaló: “Alguien más robó el dinero y trató de incriminar a mi cliente”.

Por su parte, la defensa destacó que “todo se hizo por indicación de la víctima”, y agregó que “el imputado no era el único que sabía” de la existencia del dinero. También aclaró que “testigos presenciales informaron: hubo intentos de robo, y todos sabían que la señora mayor tenía dinero. El acusado le ofreció a la víctima poner dinero en el banco, pero ella se negó. Así, las cajas metálicas fueron escondidas en un barril porque “la casa era peligrosa” y podía producirse un robo. Y, sin embargo, faltaba el dinero. Según el abogado defensor, el ladrón entró por la puerta trasera y dejó 30.000 euros para acusar a su sobrino de malversación de fondos. Se establece si la situación financiera del sobrino ha cambiado, si se ha hecho rico.



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