La directiva de Bruselas, que facilitará la desestimación de denuncias infundadas contra defensores de los derechos humanos y periodistas al silenciarlos, fue apoyada por el comité legal del Parlamento Europeo.
Es cierto que aún quedan por delante difíciles negociaciones sobre la libertad de los medios de comunicación, para las que los países de la UE y los eurodiputados se están preparando tras apoyar la directiva SLAPP. Thiemo Völken, diputado socialista de Alemania, dice:
«Cuando un periodista es amenazado con acciones legales, se reduce la probabilidad de que publique o divulgue el tema del que quiere hablar. Este efecto de intimidación no solo vulnera los derechos de los protegidos por la directiva, sino que también amenaza el derecho de que todos los demás accedan a la información. Esto impide que no solo los periodistas, sino también la gente común ejerza su derecho a la información y luego la discuta libre y públicamente. La hicimos (directiva, ed.) más fuerte y agregamos otras disposiciones, como la creación de un único centro al que pueden acudir los periodistas y los defensores de los derechos humanos en busca de ayuda. También tienen a su disposición redes nacionales de defensores especiales, juristas y psicólogos”.
La directiva se ha aplicado en la Unión Europea desde 2020 570 veces. El número de estos casos aumenta cada año.
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