La policía griega arrestó a siete personas en la isla de Creta por su participación en el robo de antigüedades y confiscó objetos antiguos estimados en más de un millón de euros.
Entre los artículos que la pandilla planeaba vender al ciudadano italiano se encontraban siete ataúdes y jarrones de piedra de finales del Minoico y la Edad de Piedra, así como muchas otras antigüedades.
La operación policial, que incluyó registros domiciliarios, tuvo lugar el martes en el área de Krusonas en el municipio Malevizi de la prefectura de Heraklion. Según fuentes citadas por la emisora estatal ERT, la investigación del caso comenzó hace más de cuatro meses. La luz verde para el operativo policial se dio este lunes luego de que se estableciera la ubicación de las antigüedades en el depósito.
Inicialmente, cinco personas fueron arrestadas, luego otra, y el intérprete asignado para proporcionar comunicación entre la banda y el comprador italiano se entregó a la policía. Entre los detenidos se encuentran un extrabajador de la autoridad portuaria, un jubilado del servicio arqueológico y un ciudadano italiano de 69 años. Todos ellos fueron entregados a la fiscalía en la mañana de este miércoles.
De acuerdo a Cretapostserán imputados, dependiendo de la participación individual, por actos de carácter delictivo, tales como crear y participar en una organización criminal, violando las leyes de antigüedades. La policía dijo que estaban buscando a dos personas más.
La pandilla operó durante tres años, tres hombres, un carpintero de 46 años, un oficial de puerto de 56 años y un jubilado de 72 años, fueron sus «fundadores». Todo comenzó en 2020, cuando los hombres decidieron comprar y vender antigüedades.
Al principio, dos de ellos se dedicaban al descubrimiento de antigüedades, registraban a las personas que poseían antigüedades y también a una clientela seleccionada. El jubilado, que por sus especiales conocimientos trabajaba en el servicio de arqueología, se desempeñaba como tasador de objetos antiguos encontrados por dos cómplices. Les dio información sobre el valor cultural de las antigüedades y su valor monetario.
Uno de los aún buscados, un hombre de 71 años, encontró a un italiano «que estaba tratando desesperadamente de adquirir algunas de las antigüedades ilegales». El comprador italiano llegó a Heraclión el domingo de Pascua. Un pandillero lo llevó a un almacén donde se guardaban antigüedades. Los delincuentes no sabían que en la bodega ya había policías que sabían de este grupo, pues vigilaban en secreto a algunos integrantes de la banda.
La policía detuvo al italiano y al pandillero, y luego procedió a la detención de otros integrantes del grupo delictivo.
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