Consumidores desesperados que compran bienes de primera necesidad.
La inflación ha cambiado muchos de los hábitos de los griegos, que ahora compran solo lo básico, ya que su bolsillo «no soporta ningún gasto extra». Y aparentemente la «canasta familiar» ayudó poco.
Según ΕΚΠΟΙΖΩ, el 72% de los consumidores ha reducido el gasto en bienes esenciales. Los precios de los productos lácteos (25,6%), pan (18,1%), carne (17,8%) y verduras (13,1%) fueron los que más aumentaron. En las panaderías de «barrio» la concurrencia ha disminuido un 30%, los consumidores están comprando una hogaza cortada a la mitad, y muchos hasta piden pan… a crédito.
Y todo esto ocurre en un momento en que ha llegado el invierno con constantes inclemencias meteorológicas y parece que el fuel oil cada vez es más caro. El precio medio de la gasolina hoy roza los 1,90 euros, y los dueños de las gasolineras dicen que muchos conductores han restringido sus viajes.
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