El primer municipio autónomo energético de Grecia ha sufrido un… cortocircuito: la inversión fotovoltaica en Argos Orestiko nunca se ha conectado a la red de distribución porque el operador estatal de la red afirma que la red está sobrecargada.
Increíble y sin embargo cierto
Esta es, sin duda, otra historia de locura reinante en la Grecia moderna. Mientras los gobiernos locales son a menudo acusados de ser un caldo de cultivo para el despilfarro e incluso el escándalo, surge un municipio que quiere marcar la diferencia con iniciativas innovadoras, pero se pierde en el laberinto de la notoria burocracia griega.
Proyecto aprobado y financiado por la Base Estratégica Nacional UE (NSRF/ESPA), no funcionó. Ahora el municipio de Argos-Orestikos no solo enfrenta los problemas que tuvo, sino que también podría verse obligado a devolver los fondos utilizados. El municipio de Argos-Orestiko, cerca de Kastoria en el noroeste de Grecia, ha invertido 13 millones de euros en energía solar desde 2019 para hacer que todos los edificios municipales sean energéticamente independientes y satisfacer las crecientes necesidades cada año, principalmente para calefacción.
La ciudad de Argos-Orestiko se encuentra a una altitud de 700 metros en la prefectura de Kastoria, en el norte de Grecia, y allí se necesita calefacción de octubre a mayo. El alcalde y los residentes de la ciudad tomaron en serio los anuncios de desarrollo verde y fueron pioneros. El municipio instaló paneles fotovoltaicos en los techos de 19 edificios municipales, construyó la primera piscina «verde» del país y recibió una licencia del Regulador de Energía (RAE) para producir energía con una turbina hidráulica en el río Alyakmonas.
Sin embargo, el operador de la red de distribución DEDDIE se niega a conectar las instalaciones -a excepción de 2 edificios- a la red porque la red está… sobrecargada, según afirma. Como resultado, los paneles fotovoltaicos en 17 edificios públicos producen energía pero no la consumen. «Los paneles solares generan electricidad que se desperdicia».
“En términos de dinero, esto significa que estamos obligados a consumir energía, que debemos pagar hoy a 30 centavos por kWh en lugar de los 5,5 centavos que pagábamos hace un año y medio. Por otro lado, no producimos electricidad, aunque tenemos muchos días de sol e instalaciones fotovoltaicas. Y sí, producen electricidad que no se usa en ningún lado. No puede atravesar el medidor para compensar nuestros costos porque DEDDIE dice que la red está sobrecargada”, dijo el alcalde de Argos-Orestiko, Panagiotis Kepaptsoglu, a ethnos.gr el 1 de diciembre. Y todo esto sucede en el municipio, donde el invierno y las heladas se hacen sentir de octubre a mayo, agregó el alcalde.
“Esencialmente, nos desacreditan a todos”
“Siento que no somos un estado griego. Así es como me siento, y me pasa más de una vez. He estado en guerra con la burocracia durante dos años. No puedo superar el hecho de que hemos desperdiciado interminables horas y el problema no se ha resuelto. Todos los proyectos han sido realizados con investigación por nuestro servicio técnico. De hecho, nos desacreditan a todos. Los individuos siempre son lo primero. El 12 de agosto se publicó una decisión oficial que ayudará a los municipios y comunidades de servicios públicos de energía. Y nuevamente, aquellos a quienes ayuda son individuos y comunidades energéticas muy grandes que tienen una capacidad de más de 100 megavatios. ¿Qué tengo que hacer? Nos dan un incentivo para ir y hacer proyectos de energía, y terminamos con proyectos que no funcionan. Entonces, ¿por qué nos obligan a pasar por este proceso si no pueden encontrar una solución?». se pregunta el alcalde.
Todo comenzó hace tres años cuando el municipio previó la crisis energética que se avecinaba y creó una comunidad energética sin fines de lucro. Inicialmente, se incluyeron en el proyecto 19 edificios públicos, entre jardines de infancia, escuelas primarias y secundarias, un gimnasio cubierto y un edificio para los servicios técnicos del municipio.
La red está sobrecargada, dice DEDDIE
“El sistema, sin embargo, no funciona porque, a pesar de que los paneles fotovoltaicos están instalados en el techo de cada edificio y toda la instalación está lista, DEDDIE no nos permite drenar la electricidad generada a la red con el argumento de que el la red está sobrecargada. Esto hace que los edificios consuman energía para calefacción porque también tienen bombas de calor pero no pueden utilizar la energía de las instalaciones fotovoltaicas.
El municipio calculó a nivel de todo el año, incluidos los días de verano con sol y los días de invierno, que toda la energía necesaria para la iluminación y la calefacción se cubre con la electricidad que pueden producir las células fotovoltaicas, que finalmente tuvieron que incorporarse a la red pública. “No solo podríamos cubrir todo con una compensación de energía, podemos agregar un 15% como regalo de DEN”, enfatizó el alcalde.
El objetivo era reducir las facturas de los servicios públicos este año en al menos un 50% tras la puesta en marcha de los proyectos, subrayó el alcalde, quien agregó que «sin embargo, esto no sucedió». Y ahora los ciudadanos pagan el consumo de los edificios municipales de su propio bolsillo.
Devolución de dinero de la UE
Pero el principal problema ahora es que si no se soluciona el problema, la Unión Europea no proporcionará una subvención del 80% del presupuesto del proyecto, como debería haberlo hecho hasta finales de 2023, cuando finaliza el período del programa. El proyecto de energía cero, que instaló paneles fotovoltaicos en 19 edificios, costó a la ciudad 6,5 millones de euros, la piscina costó 3,5 millones de euros y la turbina hidráulica costó a la ciudad 3 millones de euros.
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