26.04.2024

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Los embriones que se desarrollaban en el vientre de la madre, a quienes se les dieron zanahorias para el experimento, parecían estar sonriendo. Mientras que los demás, a quienes no les gustaba la comida que comía mami, parecían estar llorando. El estudio científico fue realizado por FETAP Study/Fetal and Neonatal Research Lab/Durham University.

Los embriones en el útero actuaron como «catadores», ya que resultó que no solo perciben el sabor de los alimentos que come una mujer embarazada, sino que también reaccionan a ellos.

Esta es la conclusión de un estudio de la Universidad de Durham que documenta las reacciones positivas del feto cuando sus madres comen zanahorias, así como su distimia y llanto cuando ingieren vegetales verdes (col rizada)*.

La col rizada (κέιλ) es uno de los tipos de verduras para ensalada. También se conoce con otros nombres: gryunkol, brownkol, brunkool. Esta variedad de col no tiene cabeza, y sus hojas en forma de encaje calado son de color verde o morado. Entre todos los tipos tradicionales de repollo, la col rizada es la más similar a las variedades silvestres de repollo. Contiene muchos componentes útiles. Sin embargo, tiene un sabor ligeramente amargo.

Investigadores universitarios británicos tomaron imágenes de ultrasonido en 3D de 110 mujeres embarazadas de 18 a 40 años a las 32 y 36 semanas de embarazo. Las pruebas se realizaron aproximadamente 20 minutos después de que las mujeres tomaran las tabletas que contenían zanahoria o repollo en polvo y se les pidió que no comieran nada más durante al menos una hora antes de la prueba..

Al analizar las imágenes, los investigadores vieron que los embriones cuyas madres comían zanahorias se veían felices. Por el contrario, los fetos fetales de mujeres que tomaron tabletas de kayla parecían llorar, o al menos muecas de disgusto. Comparando las ecografías con los datos obtenidos en el grupo de control, en el que las mujeres no comían, los investigadores concluyeron que la ingesta por parte de una mujer embarazada de ciertos alimentos saborizados era suficiente para provocar una reacción fetal.

El nuevo estudio ha sido publicado en la revista Psychological Science y está el primer estudio del mundo sobre la respuesta de los fetos prenatales al gusto y al olfato. Los científicos estiman que el feto puede saborear los alimentos consumidos por la madre. Como señala la profesora Nadia Raisman, quien coordinó el estudio, “Investigaciones anteriores han analizado lo que sucede con las elecciones de alimentos después del parto. Pero el hecho de que viéramos las expresiones faciales de las frutas reaccionando a los sabores dulces y amargos es algo que se logra por primera vez”.

El Dr. Benoît Saal, del Centro para el Gusto y el Comportamiento Alimentario de la Universidad de Borgoña, destaca que el estudio demuestra que el feto percibe casi de inmediato exactamente lo que su madre ha comido y «tiene su propia opinión al respecto».



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