El cargamento de GNL de la empresa rusa Gazprom, con destino a Grecia desde la planta de Portovaya, se ha convertido en tema de discusión en la prensa internacional, donde se alega que este el primer cargamento de GNL de una empresa rusa que terminará en el país UE.
Los medios griegos informan que no se reveló la identidad del comprador, así como el volumen de la carga, pero Grecia es el único país de los Balcanes que cuenta con la infraestructura de GNL para garantizar el suministro de gas natural tanto al mercado interno como al a otros países vecinos como Bulgaria y Macedonia del Norte.
Pero, ¿cuál es la realidad de este cargamento y cuál es la situación actual del gas ruso en cualquiera de sus formas, ya sea gasificado por gasoducto o licuado en un barco?
En primer lugar, cabe señalar que en la actualidad no hay prohibición de importar gas natural de Rusia. Grecia continúa recibiendo gas ruso a través del gasoducto South Stream.
En segundo lugar, con respecto a Revitusa, en este momento, según las entregas de mercancías previstas, no hay claridad de que llegue un cargamento de gas ruso. En los próximos días está previsto que lleguen 3 envíos: uno para ΔΕΠΑ recientemente adquirido por los italianos de Argelia, uno para la empresa Mytilineos y otro para la empresa rumana. Por supuesto, esta imagen puede cambiar, pero por el momento no está prevista la llegada de carga rusa.
En tercer lugar, con respecto a las cargas de GNL, durante el transcurso de la travesía pueden cambiar varias veces de comprador y destino, dependiendo del atractivo de la carga y su precio. En este sentido, si el envío no llega a su destino, es difícil razonar sobre el comprador.
En cuarto lugar, en los últimos meses ya han llegado a Grecia al menos dos cargamentos de gas ruso, procesados por otro comercializador, a saber, la empresa francesa Total, con empresas del mercado energético griego como compradores.
Ante esto, fuentes del mercado energético comentan con cierto escepticismo las publicaciones en la prensa internacional sobre el cargamento ruso de GNL y hablan de un juego destinado a crear experiencias sin cuestionamientos de fondo.
PS La situación en el mercado de la UE recuerda cada vez más a la historia de los suministros de gas rusos a Ucrania, cuando supuestamente se bombeaba gas a Eslovaquia y luego se devolvía a Ucrania desde un «proveedor europeo». El gas, tal como estaba, siguió siendo ruso, pero su precio aumentó en un porcentaje no menor para los intermediarios. Al mismo tiempo, floreció abiertamente la corrupción, como resultado de lo cual el dinero se asentó generosamente en las cuentas de los funcionarios gubernamentales y políticos que cabildearon por el «proyecto».
No tengo ninguna duda de que la situación es similar en este caso. Durante otro escándalo offshore (como el reciente Papeles Pandora)será interesante saber cuánto han crecido las cantidades en las cuentas de los políticos europeos.
Lo único triste es que los ciudadanos comunes de la Unión Europea pagan por todos estos fraudes, a quienes algunos funcionarios del gobierno ofrecen «Adaptarse o morir»…
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