El juicio de 9 meses de un ex guardia en el campo de concentración nazi de Sachsenhausen ha terminado.
El hombre de 101 años fue condenado a cinco años de prisión. Se hizo justicia después de 77 años. Josef Schutz se convirtió en el criminal nazi de mayor edad jamás juzgado por complicidad en las atrocidades de guerra durante la Segunda Guerra Mundial.
Este difícil proceso duró nueve meses. Durante el mismo, el jubilado dijo que «no sabe por qué está aquí»: nunca sirvió como guardia de seguridad, y en el período 1942-1945 trabajó «duro» como peón en una granja ubicada en el noreste de Alemania.
La fiscalía, sin embargo, proporcionó pruebas indiscutibles de la participación «consciente y voluntaria» de Schutz en los asesinatos de 3.518 presos y exigió una pena de prisión de cinco años. A su edad, eso significa pasar los últimos días de su vida en una celda de prisión.
Según el Museo de Sachsenhausen, decenas de miles de prisioneros murieron por asesinato, exceso de trabajo forzado, experimentos médicos, enfermedades y hambre antes de que las tropas soviéticas liberaran el campo.
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