En un movimiento sin precedentes por parte de la administración de Zelenskiy, esencialmente denunció a los políticos griegos por no apoyar sus acciones.
Como saben, en 2015, Ucrania impuso sanciones personales al diputado del KKE George Lambrulis, a los ex eurodiputados Sotiris Zarianopoulos y Georgios Maganas, diciendo que son “enemigos de Ucrania” y cómplices de “organizaciones terroristas”.
La razón fue que los tres líderes del KKE, como observadores, siguieron las elecciones en Donetsk y Lugansk, que tuvieron lugar en 2014.
Tras una investigación parlamentaria del KKE, el Ministro de Relaciones Exteriores el 11 de mayo convocó al embajador de Ucrania en Grecia, K. Shutenko, y le planteó esta pregunta. El embajador, según el ministro, “confirmó que las sanciones impuestas en 2015 siguen vigentes en base al nuevo Decreto Presidencial 184/2020, de contenido similar al anterior, en el que Entran de nuevo los Sres. Lambroulis, Zarianopoulos y Magganopoulos.»
En otras palabras, Zelensky en 2020 «proclamó» a los líderes del KKE como «enemigos del pueblo ucraniano». Sin embargo, esto no es sorprendente, porque en Ucrania el Partido Comunista no solo está prohibido, sino que también está prohibido cualquier símbolo de los comunistas, por lo que el infractor será multado o incluso encarcelado. Cosa que, por cierto, no pasa con Nazis y símbolos nazis.
Un manifestante en ziguets de Kyiv en honor a la división SS Galicia. Un fotograma de una transmisión en vivo.
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