En respuesta a la salida masiva de empresas extranjeras de Rusia, estas últimas comienzan a controlar estrictamente el cumplimiento de sus obligaciones.
La Oficina del Fiscal General de Rusia dijo en un comunicado que cualquier intento de las empresas que abandonan Rusia de «no cumplir con sus obligaciones unilateralmente» sería «fuertemente reprimido». El incumplimiento de las obligaciones amenaza con la persecución legal de las empresas que han elegido el camino de la quiebra, “ficticia o deliberada”.
Se está introduciendo un «control estricto» de las empresas extranjeras, que anunciaron el cese de sus actividades en la Federación de Rusia en relación con la invasión rusa de Ucrania, escribe CNN. El comunicado del Fiscal General dice:
«Los fiscales ejercerán un control estricto sobre la observancia de la legislación laboral, los términos de los contratos de trabajo, el pago de salarios, el cumplimiento de las obligaciones contractuales con las partes y con la Federación Rusa».
Tras el inicio de la operación especial de Rusia en Ucrania, muchas empresas anunciaron el cese de sus actividades en el territorio de la Federación Rusa, incluidas McDonald’s, Coca-Cola, H&M, Ikea, Shell, BP y otras.
Vladimir Putin ayer, sin pronunciar la palabra «nacionalización», habló sobre el nombramiento de comandantes «extranjeros» al frente de las compañías extranjeras que salen de Rusia «para entregarlas a quienes quieran administrarlas».
Cientos de miles de puestos de trabajo en Rusia están en riesgo debido a que las sanciones occidentales sobre el sistema financiero y la industria de Rusia amenazan con hundir al país en una profunda crisis económica. Ya han provocado el colapso del rublo y la aceleración de la inflación.
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