Boris Johnson no se negó el placer de divertirse en las fiestas durante el período de aislamiento general. Los medios de comunicación informaron sobre uno de ellos el otro día: en mayo de 2020, más de 40 invitados se divertían en el jardín de la residencia del Primer Ministro.
Ese período tuvo lugar en el contexto de un rígido aislamiento. Los residentes británicos no podían reunir a más de dos personas, e incluso entonces, solo era posible comunicarse a distancia. Mientras tanto, en el número 10 de Downing Street, las fiestas VIP atronaban.
Recientemente, una carta de un alto funcionario, en la que invitaba a unos 100 empleados a una fiesta privada «con sus tragos», que se hizo pública en Internet, desató la indignación del Partido Conservador Británico y de los medios de comunicación. Entre los presentes en el evento estaban Boris Johnson y su futura esposa Carrie Johnson. En una carta que llega a ITV News, dice:
«Hola a todos. Después de un período increíblemente ocupado, pensamos que sería bueno aprovechar el maravilloso clima y tener algunos eventos sociales en Garden # 10 esta noche. ¡Únase a nosotros a partir de las 6 p. m. y traiga sus propias bebidas!»
Y a la misma hora e incluso el mismo día, Oliver Dowden, ministro de cultura del país, recordaba a los británicos en rueda de prensa:
“Puede reunirse con una persona que no sea miembro de su familia en un lugar público al aire libre, siempre que estén al menos a dos metros de distancia”.
La policía británica está investigando el notorio delito. Y los medios de comunicación salen con titulares estridentes:
“¡Basta, Borís! Hay que dejar de hacer fiestas espectaculares ya.” (Express). «Boris es increíble en las nuevas revelaciones del partido» (The Mail).
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