En un servicio ecuménico en uno de los templos de Nicosia, el Papa Francisco, que estaba de visita en Chipre, pidió «ojos abiertos» a la esclavitud y tortura de los migrantes en los campos:
«Nos recuerda la historia del siglo pasado, los nazis, Stalin, y nos preguntamos cómo pudo haber sucedido. Lo que sucedió antes está sucediendo hoy en las costas vecinas. Aquí se vende gente. Mi deber es abrir los ojos». . «
Al servicio asistieron migrantes que compartieron con el Papa los detalles de su viaje desde diferentes países: Camerún, Sri Lanka, Irak, Congo. El refugiado iraquí Roche se queja de que fue «herido de odio»:
“Tuve que huir de la violencia, las bombas, los cuchillos, el hambre y el dolor.
Y Mariami, una refugiada del Congo, dice:
«Sueño con ser el mejor de mi clase y convertirme en médico. Sueño con ser bienvenido en todas partes: aquí, en la iglesia y en cualquier otro lugar».
Al enterarse de la decisión del Papa de reasentar a 50 migrantes en Italia, decenas de refugiados católicos de África, Asia y Oriente Medio se reunieron en el templo con la esperanza de que la elección del pontífice recayera sobre ellos.
Los datos oficiales muestran que durante 10 meses de este año, 10 mil inmigrantes ilegales llegaron a Chipre.
Hoy dia Ha llegado el papa con una visita de tres días a Atenas.
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