Las fuerzas especiales británicas no solo tuvieron que probarse el burka, sino también llevar un atuendo inusual durante bastante tiempo. Se lo pusieron para llegar a Kabul, engañando a los talibanes.
Los soldados británicos de la unidad especial SAS (Special Air Service), que llevaban a cabo una misión en el sur de Afganistán, se pusieron una burka para engañar a los talibanes y llegar al aeropuerto de Kabul, escribe The Sunday Express. Al mismo tiempo, 20 combatientes superaron varios cientos de kilómetros, llevando consigo solo sus armas personales. Una fuente del Departamento de Defensa del Reino Unido dice:
«Los militares abandonaron la mayor parte de su equipo, excepto las armas y municiones, y se cubrieron con una burka».
La misma fuente dijo que los combatientes del SAS habían estado llevando a cabo una misión secreta de reconocimiento en Afganistán durante varios meses. Debido a la falta de oportunidad para recoger al grupo en helicópteros, se les ordenó salir por su cuenta:
«Compraron cinco taxis. En los puestos de control, dijeron que querían saludar a los talibanes que habían regresado al poder en el país. Funcionó. Hubo algunos momentos de riesgo, pero los talibanes no exigieron quitarse el velo».
La fuente señaló que un grupo de comandos llegó a salvo al aeropuerto de Kabul y fue evacuado.
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