Michael O’Leary, director general de la aerolínea irlandesa Ryanair, calificó el aterrizaje del avión en Minsk como un «secuestro deliberado» y las justificaciones de las autoridades bielorrusas, una mentira.
El jefe de la compañía envió una carta al Departamento de Aviación de Bielorrusia y calificó el incidente como un secuestro deliberado, según el Wall Street Journal. Afirma que la parte bielorrusa no intentó ponerse en contacto con Ryanair, los despachadores se negaron a hacerlo incluso después de la solicitud del comandante de la aeronave.
Después de aterrizar en Minsk, según el director general, el personal del aeropuerto impidió que el vuelo se reanudara lo antes posible: se negaron a repostar el avión y aceptaron el pago del combustible con tarjeta de crédito. Tampoco se proporcionó intérprete. El equipaje de los pasajeros fue revisado por cuidadores de perros, pero no se realizó ninguna irradiación de rayos X antes de cargarlo.
En su mensaje, el jefe de Ryanair pidió la liberación del pasajero detenido y luego arrestado, Roman Protasevich, y la identificación de los tres pasajeros que dejaron el avión en Bielorrusia. Según el presidente bielorruso, «se bajaron del avión para no volver más tarde de Vilnius». Pero, ¿quién sacó su equipaje del avión?
La Organización de Aviación Civil Internacional ha iniciado una investigación detallada sobre el incidente, cuyos resultados se esperan para el 25 de junio.
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