19.04.2024

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El ayuno intermitente se ha convertido en una dieta muy popular en los últimos años porque puede adaptarse fácilmente a la dura vida diaria de la persona trabajadora moderna, al tiempo que ofrece la libertad de comer sus alimentos favoritos, incluso aquellos con alto contenido de calorías, y aún así perder peso.

Pero, ¿esta dieta es realmente tan saludable? La pregunta anterior es respondida por el nutricionista clínico Karolos Papalazaru, miembro del personal del Hospital Metropolitano, quien explica los tipos, beneficios y riesgos para la salud del ayuno intermitente.

El término «ayuno intermitente» (IH) se utiliza para describir patrones de alimentación en los que se produce una ingesta mínima o nula de calorías durante períodos que van desde 12 horas hasta varios días.

Los principales tipos de IG son:

Dieta 16: 8, en la que la comida se consume dentro de las ocho horas durante el día, y para 16 – rechazo total de la comida. Dieta 5: 2, en la que los alimentos se consumen durante cinco días seguidos y los dos días siguientes en ayunas. Un ayuno diario alternativo, en el que las personas que lo practican suelen pasar un día entero sin comer, seguido de un día de ingesta normal de alimentos. Dieta 20: 4, en la que la ingesta diaria de alimentos se limita a 4 horas.

Las ventajas más importantes de IG:

Bajar de peso, además de limitar la ingesta de alimentos durante mucho tiempo, contribuye a la pérdida de peso. Disminuir los niveles de azúcar en sangre y, como resultado, reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Mejora de la función cerebral. Según estudios en animales, IG conduce a la formación de nuevas células nerviosas.

Desventajas de IG:

A pesar de sus claros beneficios, IG también conlleva algunos riesgos para la salud, ya que es una «terapia de choque» para el cuerpo. Existe el riesgo de náuseas, vómitos, caída del cabello, neuropatía, alteraciones del sueño, irregularidades menstruales, deficiencias de vitaminas y minerales y disminución de la densidad ósea.

Un estudio reciente involucró a 1339 personas, de las cuales 687 estaban en IG y 652 en un plan de dieta balanceada simple con una reducción en la ingesta diaria de calorías.

Aunque se observaron reducciones en el colesterol total, el colesterol LDL y los triglicéridos en los que siguieron el IG, las reducciones en estos tres parámetros fueron mayores en los que siguieron la ingesta calórica reducida.

También en un estudio reciente (2021) en Sydney, estudiando ratones que se adhirieron a IG, se encontró que, a pesar de lograr la pérdida de peso, la grasa visceral (en el abdomen) se mantuvo estable, lo que sugiere que este tipo de ayuno puede desencadenar el proceso de su acumulación.

Estos dos estudios, así como varios estudios anteriores, nos llevan a concluir que no existe una razón obvia para elegir IG como dieta, ya que existen tipos mucho más seguros que pueden conducir a la pérdida de peso, mejorar la salud y son incluso más efectivos.





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