Durante las últimas dos semanas, diez barcos, veleros y yates con migrantes a bordo se trasladaron a Italia desde Turquía. Siete de ellos fueron descubiertos por la Guardia Costera italiana y los tres restantes por las autoridades griegas.
El más reciente fue descubierto en la tarde del Domingo de Resurrección. Había 170 migrantes a bordo. Al llegar a la zona de búsqueda y rescate en la frontera marítima griega, el barco sufrió daños mecánicos y se quedó sin tripulación.
Algunos de los pasajeros dieron una señal de SOS a miembros de organizaciones no gubernamentales internacionales, quienes, a su vez, publicaron un llamado de ayuda en Internet. Además, los pasajeros han notificado a «Ολυμπία Radio» por teléfono. Inicialmente, se intentó remolcar el barco. Al mismo tiempo, los pasajeros del barco expresaron su deseo de ser transportados a Italia y no a Grecia.
El hecho de que los migrantes fueran tan «inteligentes» y supieran perfectamente a dónde llamar y qué hacer, ya no sorprende a nadie. Ya que en la costa de Turquía, antes de viajar «más allá del cordón», los refugiados son cuidadosamente informados sobre cómo comportarse para llegar a su destino final con normalidad.
El barco averiado con migrantes fue remolcado al puerto de Kalamata por un barco de la marina griega de 60 metros de altura con el código «060». Se espera que los detalles de la ruta, así como información adicional, se conozcan en un futuro próximo, como parte de una investigación preliminar por parte de las autoridades del puerto de Kalamata.
El flujo de migrantes que intentan cruzar desde Turquía directamente a Italia, cruzando el mar Egeo, ya sea al sur del Peloponeso o al sur de Creta, comenzó a principios del otoño pasado. En pocas semanas, 33 barcos lograron cruzar el mar Egeo y llegar al país vecino de Grecia.
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